Ya no me quedan versos que me salven,
ni letras que consuelen lo perdido,
mis manos, de escribir, ya se han dormido,
y solo las promesas se me valen.
Los que amé, con su amor me desinstalen,
dejándome de fe casi vencido;
y el alma, de silencio malherido,
camina por abismos que no calmen.
¿Qué más decir si el mundo me desgasta?
¿Qué más cantar si todo se deshace?
La tinta se me hiela en cada asta.
Morir no duele tanto si se nace
en cada verso honesto que desgasta
el corazón del hombre cuando yace.
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Autor:
Loiiz. (Seudónimo) (
Online) - Publicado: 8 de julio de 2025 a las 10:57
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema fue escrito en uno de esos momentos donde todo parece agotado: las palabras, la fe, incluso el deseo de seguir buscando consuelo. Sentí que ya no quedaban versos que pudieran salvarme… y sin embargo, escribí. No para escapar, sino para dejar constancia. Porque hay días en que uno no escribe desde la inspiración, sino desde el derrumbe. Pero con el tiempo entendí algo: que hasta la tristeza más honda, cuando se nombra, se transforma. Que cada verso honesto, aunque duela, tiene la capacidad de abrir una grieta por donde entra la luz. Este poema no pretende ofrecer respuestas, ni aliento vacío. Solo quiere ser un espacio donde alguien, algún día, se reconozca y no se sienta tan solo. Es mi forma de decir que aún en el fondo, la palabra sigue siendo un puente, y que morir un poco en la tinta puede ser también una forma de volver a nacer.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 4
- Usuarios favoritos de este poema: Lilia Molina Fernández
Online)
Comentarios1
Bello poema me gustó mis felicitaciones
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