Te extraño con la fiebre del que muere,
con la melancolía que no hiere,
sino que embriaga lento, dulcemente,
como un veneno suave y persistente.
He dicho a mi razón que te abandone,
que a otros paisajes su delirio entone,
que borre tus contornos de mi mente,
mas todo en mí te evoca insistentemente.
No puedo huir de ti, pues te respiro,
te escucho en cada sombra, en cada giro,
te siento en cada pulso que me abrasa,
y sangras en mi pecho como brasa.
Tu nombre es una herida que me canta,
una canción doliente, firme y santa,
y aunque imploro cordura en mi desvelo,
te pienso entre las ruinas del anhelo.
Mi mente, insurrecta, no obedece,
te nombra más mientras mi alma perece,
y en cada pensamiento que declama,
te erige como un dios sobre la llama.
Y sigo aquí, sin tregua ni reposo,
bebiendo de tu ausencia el vino brioso,
y aunque a mi mente ordeno que te evite,
te piensa, te pronuncia y te repite.
-
Autor:
El Corbán (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 7 de julio de 2025 a las 16:45
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 10
- Usuarios favoritos de este poema: MISHA lg, Nelaery, Santiago Alboherna, Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR, alicia perez hernandez, ElidethAbreu
Comentarios3
es precioso poeta
gracias por compartir
bella musica...
Tu nombre es una herida que me canta,
una canción doliente, firme y santa,
y aunque imploro cordura en mi desvelo,
te pienso entre las ruinas del anhelo.
besos besos
MISHA
lg
Muchas gracias poetiza, saludos.
uauu, bellísimo poema estimado Dr.
Gracias mi estimado Santiago, saludos
Gracias amigo El Corbán y que impresionante insurgencia.
Saludos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.