Tu mirada se hunde donde no alcanza
la luz del día ni el rumor del viento,
y cada verso abre una añeja lanza
que hiere con dulzura el pensamiento.
No hay defensa cuando me nombras: ¡Me subyugas!
Las sílabas se enroscan en tu cuello
como hiedras que respiran del poema,
y entre tus dedos tiembla el sortilegio
de esta palabra antigua que te quema.
Ni el silencio sabe ya como escaparse. ¡Me subyugas!
Te sientas frente al texto como un rito,
con el alma en ofrenda y los sentidos
temblando por un verso aún no escrito,
como si el universo, entre gemidos,
susurrara mi nombre en tu sombra. ¡Me subyugas!
Te atrapan las estrofas como redes,
te atrapa la metáfora desnuda,
y es mi voz quien de tu piel se prende,
la que, sin verte, vuelve y te saluda,
como un conjuro que no rompe. Mirando de reojo te pronuncias: ¡Me subyugas!
Y al final, alzas tu voz con reverencia,
no hay aplauso trivial ni frase muda,
solo el temblor sagrado de tu esencia
confesando que esta tinta te desnuda.
Con el alma entre las manos tu repites: ¡Me subyugas!
JUSTO ALDÚ © Derechos reservados 2025.
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Autor:
JUSTO ALDÚ (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 6 de julio de 2025 a las 09:28
- Comentario del autor sobre el poema: Sin duda es necesario hacer una aclaración. El poema está hecho con respeto, con ninguna otra intención que no sea estrictamente literaria. Era indispensable el uso de la anáfora (palabras clave en repetición) para darle el contenido deseado. Que pasen un buen día. **Corrección: Al utilizar la repetición de palabras al final en vez de al principio, es una EPIFORA, no una ANFORA.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 39
- Usuarios favoritos de este poema: Lucía gómez, EmilianoDR, Javier Julián Enríquez, Nelaery, Lualpri, MISHA lg, Llaneza, Antonio Miguel Reyes, William Contraponto, Violeta, Classman, JAGC, Tommy Duque, alicia perez hernandez, Freddy Kalvo, David Arthur, pasaba, ElidethAbreu
Comentarios7
Subyugo literal al leer el ritmo y el sentido de tu poema amigo Justo.
Muy buena aclaración. En la semana pasada hice un comentario sano a un poema y me respondió la autora que era atrevido.
En fin amigo, la poesía es la que se atreve.
Saludos y feliz Domingo.
Si, es en base a un comentario de una buena lectora, pero no quiero que se tome como algo que no es. Simplemente literario.
Me han dicho de todo. Solo miro a mi perro que se sienta entre mis piernas y espera pacientemente.
Gracias por leerme Emiliano, que la pases bien.
JUSTO
Feliz día a ti y tu amigo inseparable.
¡Qué bello y reflexivo poema, cuyas ideas objetivadas en él, parecen interpretar una sujeción intelectual y emocional que se manifiesta a través de la expresión poética! Muchas gracias, JUSTO. La mirada, absorta en la introspección, se ve cautivada por versos que, con sutileza, hieren el pensamiento. La voz del poema, en su capacidad de expresión lírica, confina, seduce y desnuda el espíritu, generando una sacralidad que se manifiesta en un temblor reverente. La reiteración de la expresión «¡Me subyugas!» pone de manifiesto la rendición ante el poder transformador de la poesía, concebida como un conjuro que, de una parte, ata y, de otra, libera, revelando así la esencia del ser en la tinta.
Un cordial saludo y fuerte abrazo
Agradezco profundamente tu lectura tan lúcida y sensible. Has captado con exactitud la intención: esa tensión entre sujeción y liberación, entre el vértigo del verbo y la claridad que brota tras la herida. Cuando dices que el poema “confina, seduce y desnuda el espíritu”, describes con precisión el propósito: provocar ese estremecimiento reverente ante lo que la palabra revela y oculta al mismo tiempo. Que la poesía nos subyugue es, en efecto, un privilegio y una forma de verdad. Te abrazo en esa interpretación que no es solo lectura, sino comunión.
JUSTO
Se nota excelencia en tus letras, amigo Justo.
Un verdadero placer leerte.
Gracias, buen domingo!
Je, je, je, je.... Gracias, yo sigo diciendo, mis amigos son mis amigos. Siento que eres un buen hombre. Sincero y honesto.
Yo te leo y también escribes bien.
Un abrazo Luis. Pásala de maravilla en familia. Hoy es un buen día.
JUSTO
Gracias por tus palabras.
Un abrazo.
hermosas letras poeta
gracias por compartir
Te sientas frente al texto como un rito,
con el alma en ofrenda y los sentidos
temblando por un verso aún no escrito,
como si el universo, entre gemidos,
susurrara mi nombre en tu sombra. ¡Me subyugas!
besos besos
MISHA
lg
MISHA, muchas gracias amiga por tu visita y comentario. Saludos.
Si resalta la repetición, amigo Justo.
Un saludo
Si amigo, la anáfora es considerada una figura retórica, específicamente una figura de dicción que pertenece al grupo de las figuras de repetición, lo único es que la empleo al final de la estrofa.
Gracias y saludos
Corrección: Al repetir las palabras al final. La figura cambia y se convierte en EPIFORA, pero se entiende que es solo un recurso.
Excelente, sobran palabras, jUSTO GRACIAS.
Con esos ojos poetiza... Me subyugas!!! Gracias amiga por tu visita y comentario.
Pasa bien este domingo en compañía de los tuyos.
Saludos.
ídem poeta gracias.
Gracias mi querido Justo.
Veo que aclaras por repetir como la palabra palabra subyugar, en este caso es un mantra que da ritmo, belleza y cadencia a las letras y subyuga a tus lectores.
Me ha fascinado amigo.
Abrazos.
Asi es mi estimada. Una anáfora utilizada al final de la estrofa que funciona como anclaje lírico, eco obsesivo y confesión que se renueva.
Se basa en un comentario que recibí en un poema.
Gracias por leerme Ellie.
Gracias a ti.
Al usarla al final puede considerarse como epífora para ser más exáctos.
Gracias por el dato.
En el caso de las décimas, se llaman pie forzado y son frases finales.
Abrazos.
Bueno, en lo que he visto hay opiniones y no quiero llegar a parcializarme. Ambos son excelentes recursos y le dan brillo al poema.
De acuerdo.
Agradecida por esos recursos literarios y su belleza.
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