Jugamos a ser hombres,
pero apenas somos niños.
Nos dijeron que era tiempo
de crecer, de andar el camino.
Que el debut con una puta
era rito de inicio.
Que la barba, el sexo, el ruido
eran signos de equilibrio.
Pero no sabíamos nada.
No teníamos abrigo.
Solo un cuerpo confundido
y un alma hecha de suspiros.
Jugamos a ser fuertes
cuando todo era vacío.
A decir que sí podíamos
cuando apenas existimos.
Y es que, ¿qué podemos dar
si lo que fuimos se ha ido?
Si en el fondo no tenemos
ni lenguaje, ni destino.
No es tan fácil ser un hombre
cuando todo está perdido.
Cuando esperas que te abracen
y recibes sólo frío.
-
Autor:
Cronista sin puerto (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 5 de julio de 2025 a las 00:11
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 1
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.