Si me acomodo no hay delante ningún horizonte
y cedo mi pertenencia a la vida de otro,
ya no reboto en el cosmos como fuera antaño
y ni apenas me conozco cuando más rotundo callo.
Se acabó el escenario de pronto estallando
con gotas en mis labios, truenos y discordia
que divide a los amantes que en el fondo no se odian,
que hará de dios y padre cuando todos se aborrezcan.
No me falta ni una mecha de esperanza
y de las catástrofes que cause no podrá ya inculpárseme,
fronterizo que me sea afortunadamente nadie
en la pelea en las esferas que nos roban tanto el aire.
Yo lo he pedido aunque me exalte
en un momento ardiente, y dentro sé
que siento lo contrario y que nadie dice que siga
el contrato que firmé anteayer con el diablo
en la cornisa allá prohibida que fue él que guió mi mano
en un espasmo, y eso nunca es justo.
Ahora a solas me complazco con lo puesto
y que renunció pisa bajo el presupuesto
que se ningún modo exijo al banco,
y el humo beige se lo dedico al médico
matándome con descaro con sus fármacos legales
produciéndome este vértigo a siguiente lo que pase,
frustrada la escapada que planeo cada tarde.
Poco aquí a mi alcance cojo lo importante,
salvar un paso más la oscuridad implacable
del abismo que hay debajo, que me reclama
resonante atornillándose en mi cerebro
como un bello canto ajeno a todo lo que supe salvo en sueños,
genial en su ocurrencia aparte lo que es cierto
cual fracaso mortal si no despierto además
de trabajos forzados en un campo desierto
amplio hasta el mar grandilocuente
y las fronteras de ébano, con más a cabalgar.
La verdad es que lo siento como un sueño hecho real.
-
Autor:
Haz Ámbar (
Offline)
- Publicado: 4 de julio de 2025 a las 21:58
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.