Cuando Jesús Me Llamó
Yo fui un Saulo en mi pasado,
ciego, orgulloso, equivocado.
Pero Jesús me habló desde el cielo,
y su verdad se convirtió en mi anhelo.
Con voz de fuego, mi alma quebró,
y el odio en amor se transformó.
Mi testimonio hoy puedo contar:
¡Cristo me vino a rescatar!
Jesús conoce mi caminar,
mi herida, mi historia, mi tropezar.
“No temas más”, me dijo el Rey,
“Levántate ahora, camina en fe y mi ley”.
La obediencia no se negocia,
se vive con fe, sincera y hermosa.
Como Pablo, me levanté,
me bauticé y en Cristo cambié.
Como Josías ante el altar,
al oír la Palabra, me puse a llorar.
Rasgué mi alma en humillación,
Dios sanó y llenó mi corazón.
Quité ídolos, rompí cadenas,
limpié mi casa, corté condenas.
Volver a Dios fue mi elección,
Su Espíritu llenó mi corazón.
Hoy sigo a Cristo sin mirar atrás,
su gracia me cubre en todo lugar.
No soy perfecto, pero Él es fiel,
camina conmigo hasta el amanecer.
No esperes más, ven al Señor,
Él tiene poder, vida y amor.
Lee Su Palabra, busca Su voz,
sé valiente, levántate… ¡Dios es Dios!
-
Autor:
LINA DOCENTE (
Offline)
- Publicado: 3 de julio de 2025 a las 14:53
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema me confronta y me inspira. Me doy cuenta de que, como Pablo antes de conocer a Cristo, fui necia, caminando según mis propios criterios y sin entender la verdad. Pero ahora, al igual que Josías, deseo profundamente limpiar mi corazón, mi vida y todo lo que me rodea, como él limpió el templo. Quiero derribar todo ídolo que haya en mí, sacar lo que no agrada a Dios, y hacer de mi corazón una morada pura para Su presencia. Este poema me recuerda que aún hay esperanza y que Dios puede transformar una vida rota en una historia redimida.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Poesía Herética, Lualpri, ElidethAbreu, Mauro Enrique Lopez Z., Henry Alejandro Morales, Axxiz
Comentarios2
Todos hemos sido un poco Judas, antes de conocer al gran Dios y sr Jesucristo, y al dejarlo entrar a nuestro corazón cambia todo no solo la vida desde el interior hasta el exterior. Bendiciones!!
La obediencia no se negocia,
se vive con fe, sincera y hermosa.
Como Pablo, me levanté,
me bauticé y en Cristo cambié.
Gracias Lina.
Abrazos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.