Te extraño en el luto del día vencido,
cuando el alba se pudre sin tu tibieza,
y el aire, doliente, gime oprimido
al no hallar tus huellas ni tu belleza,
sólo el eco funesto de lo perdido.
Te extraño en la noche, tan lenta y baldía,
cuando el cielo no arde, cuando no espera,
y mi carne se hiela sin tu porfía,
como estatua rota, sin primavera,
sepultada en sombras, sin melodía.
Extraño el refugio de tus brazos tibios,
donde el mundo calla su fiera contienda,
y el alma, en suspiros suaves y ambiguos,
hallaba reposo, como en dulce ofrenda,
donde no llegaban los vientos furiosos
Y sigo en penumbra, sin rumbo ni trazo,
con el pecho huérfano, el alma sin casa;
mi ser se derrumba, vencido y escaso,
por no hallar la vida, por no hallar la brasa
de aquel dulce amparo: tu último abrazo.
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Autor:
El Corbán (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 30 de junio de 2025 a las 23:37
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 21
- Usuarios favoritos de este poema: Aqua Marina, Sierdi, Henry Alejandro Morales, El Hombre de la Rosa, Antonio Miguel Reyes, EmilianoDR, alicia perez hernandez, rosi12
Comentarios2
Un acto, tan sencillo.
Pero difícil ecuación.
de pocos segundos,
que recordaras de por vida.
No cuesta nada.
pero es de gran valor.
Cuando pudre el alba,
...ya es cosa seria.
Dile ¡Gracias¡
...Y róbale una abrazo.
Si te pregunta; ¿por que?
"Porque he vuelto a vivir"
"Me faltaba un abrazo"
Sensacional tu genial versar estimado poeta
El Hombre de la Rosa
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