Tu aspecto es hermoso,
semejante a las estrellas.
Te comparo con las flores,
de aroma suave y tierno aliento.
Tu belleza es como luz,
y tu personalidad, deseable.
Tu cuerpo parece esculpido
por la mano de un alfarero,
y tu cabello, delicado.
Tu voz es dulce como la miel,
y sabia al hablar.
La melodía de tu voz
calma las aguas de mi interior.
Pero tu luz no me cegó,
ni me perdí en tus ojos.
Ciertamente, vana es la gracia
y engañosa la belleza.
Esto tengo por cierto:
nunca estaremos juntos,
pues somos opuestos,
como el agua y el aceite.
A fe mía, algún día volveremos a encontrarnos,
y te tomaré de la mano,
para nunca soltarte.
-
Autor:
Mateo (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 27 de junio de 2025 a las 10:01
- Categoría: Carta
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, EmilianoDR, Mauro Enrique Lopez Z., ElidethAbreu
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.