Volví a mi nombre original: La Hechicera de las Letras. No hay giros ni explicaciones innecesarias que dar, solo la reafirmación de lo que siempre he sido.
Quien quiera entender, que lea; quien no, ya sabe que pase de largo.
No acepto solicitudes de amistad. No pierdan el tiempo.
El veneno que no encuentra castillo.
Cosecha lo que embiste y no sostiene,
con boca ajena imposta su doctrina.
El trono que no alcanza lo envenene.
Repta en lo oculto, nunca se entretiene
con luz que lo desnude o lo ilumina.
Cosecha lo que embiste y no sostiene.
No piensa, no le da. Sabe que viene
la idea, y se retuerce en su letrina.
El trono que no alcanza lo envenene.
Ladra desde el rincón, no le conviene
al lodo que se arrastra en su rutina.
Cosecha lo que embiste y no sostiene.
No duda porque teme que condene
la idea que jamás lo contamina.
El trono que no alcanza lo envenene.
La hiel que va esparciendo lo detiene,
pues no sabrá cruzar su propia ruina.
Cosecha lo que embiste y no sostiene.
El trono que no alcanza lo envenene.
La Hechicera de las Letras.
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Autor:
La Hechicera de las Letras (
Offline)
- Publicado: 27 de junio de 2025 a las 02:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 81
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Josué Gutiérrez Jaldin, Classman, pasaba, Llaneza, Mauro Enrique Lopez Z., Jaime Correa, Javier Julián Enríquez, JAGC, Poesía Herética, MISHA lg, liocardo, Pilar Luna, Una voz, El Hombre de la Rosa, Carlos Alberto Bustillos, leo albanell
Comentarios8
Tu poema es una crítica mordaz a la hipocresía y la corrupción de alguien que se presenta como una figura de autoridad, pero en realidad es un ser ruin y destructivo.
Das en el clavo Jaime tu observación es precisa y revela la fuerza crítica y es algo más: Es una sentencia, una ejecución lírica, aquí no hay súplica, ni redención posible. Solo el bisturí exacto de mi desprecio. Retrato con la elegancia que merece, con arte existencial y estético.
Como este verso “con boca ajena imposta su doctrina.” Que denuncia al que simula ser “poeta” usando inteligencia artificial. No escribe: reproduce. Su poesía no nace de sí, sino de un sistema que lo sustituye y aún así, se atreve a fingir altura.
La Hechicera de las Letras.
Muchas gracias por este gran y magnífico poema. En lo que se puede apreciar, sus ideas objetivadas en él presentan una reflexión sobre la envidia y la ambición desmedida, personificadas en un ser que «cosecha lo que embiste y no sostiene». Así, este ser, al no poder alcanzar el «trono», decide recurrir al «veneno» como instrumento de destrucción, actuando desde la oscuridad y evitando la verdad. Asimismo, «cosecha lo que embiste y no sostiene» se puede percibir como un recurso poético que se utiliza para transmitir un mensaje de superación y resiliencia ante las adversidades. Por otra parte, «El trono que no alcanza lo envenene» parece subrayar la naturaleza cíclica y autodestructiva de su accionar. Subsiguientemente, la representación visual de la «letrina» puede ser interpretada como una alegoría de la degradación moral inherente al comportamiento de tales personas. En última instancia, la «hiel» que dispersa se transfigura en su propia prisión, obstaculizando su capacidad de trascender su decadencia. En este sentido, el poema, en su esencia, emana un tono predominantemente crítico y reflexivo, instando a la introspección sobre las derivaciones de la envidia y la ambición desmedida.
Un cordial saludo y fuerte abrazo
Javier, tu lectura capta varios elementos esenciales del poema: la envidia, la ambición frustrada, la degradación del que no piensa por sí mismo. Es una interpretación lúcida en varios pasajes, aporta al entendimiento del poema.
Ahora, dos precisiones indispensables: este no es un poema que intente moralizar ni ofrecer caminos de superación. Tampoco es advertencia, es diagnóstico.
El verso “cosecha lo que embiste y no sostiene” no alude a la adversidad superada, sino al parásito que destruye sin comprender, que arremete sin sustancia y pretende cosechar con violencia lo que nunca sembró con pensamiento.
Tampoco hay redención en la línea “el trono que no alcanza lo envenene”. No es un símbolo cíclico del alma humana: es el reflejo exacto de la miseria del fallido intelectual, el impostor de lucidez, que, incapaz de alcanzar, contamina con venenos velados. No es drama interior, es un mecanismo repetido: el envidioso, el mediocre no escala, escupe.
Saludos y cordiales.
La Hechicera de las Letras.
interesantes y bellas tus letras sociopoliticas,
poetisa, esa corrupción de cuello blanco
gracias por compartir
No duda porque teme que condene
la idea que jamás lo contamina.
El trono que no alcanza lo envenene.
La hiel que va esparciendo lo detiene,
pues no sabrá cruzar su propia ruina.
Cosecha lo que embiste y no sostiene.
El trono que no alcanza lo envenene.
besos besos
MISHA
lg
Este tipo de personaje no necesita cargo ni poder oficial: le basta la impostura, el veneno disfrazado de opinión, la cobardía envuelta en retórica. No ataca de frente, porque sabe. Arremete porque no piensa, habita en pasillos grises, en escritorios sin ideas.
Besos poetisa Misha.
La Hechicera de las Letras.
Siempre haciendo de las tuyas,, querida hechi. No dejas títere con cabeza.
Buenas letras amiga a la distancia.
Lio
Básicamente, lo que hago es poner al descubierto las mentiras y falsedades que otros se esfuerzan en normalizar u ocultar, sin importar cuánto intenten disfrazarlas o sepultarlas. Siendo elegante, un sarcasmo afilado y una ironía incisiva que desmonta con honestidad, sin concesiones.
Saludos Líocardo.
La Hechicera de las Letras.
Te entiendo, yo lo he visto también en más de una ocasión....
Eres incombustible 😊
Pero muy bien desarrollado, desde luego. Un placer leerte, como siempre.
Me gusto sobremanera...saludos.
😏
Es satisfactorio que te haya gustado. No todos saben saborear una sentencia. Hay ideas que desnudan sin herir y pensamientos que perforan en silencio. Con ritmo y limpieza, sin necesidad de levantar la voz, siendo contundente, ácida y filosófica.
Saludos.
La Hechicera de las Letras
Proverbial, aunque se puede decir de muchas personas, creo que la crítica pega en el blanco sin fallo si se dirige a Satan.
Dios te bendiga.
Lo que retrato no habita en el infierno; se arrastra entre hábitos, discursos y fingimientos diarios, en la costumbre cotidiana de ciertos personajes que no necesitan cuernos para ser reconocidos.
Si esta sentencia poética pareció encajarle, es mera coincidencia… hacia los de ruina moral. Este poema no acusa: clasifica. Un bestiario del resentimiento, sin barroquismos ni piedad, con la precisión de quien ya ha visto demasiados.
Saludos Una Voz.
La Hechicera de las Letras.
Muy bello y hermoso tu genial versar estimada poetisa y fiel amiga La Hechicera de las letras
Saludos desde Torrelavega España
El Hombreb de la Rosa
Las palabras generosas hablan más de quien las pronuncia que de quien las recibe. Desde este lado del mundo, celebro tu amistad. Que el verso hiera o encante depende del ojo que lo recibe.
Saludos Hombre de la Rosa.
La Hechicera de las Letras.
Buen poema, dirigido a la lucha de poderes sobre los que no pueden.
Todo tiene su razòn de ser, por eso estamos los poetas. Yo le escribo al amor.
Tu resaltas la hipocresìa y toda la desgracia humana,Saludos cordiales poetisa.-
Mirta, escribes al amor y eso también es necesario en este teatro humano. La poesía refleja muchas verdades y cada quien aporta su paisaje. En mis versos escribo con precisión quirúrgica. Mi voz es filosófica, mordaz y elegante: un bisturí oculto en guante de seda, sin indulgencia ni adornos o una fuerza más caótica, imprevisible y salvaje, soy un río que no cesa.
Este poema no solo reprocha el poder o la incapacidad, sino también la toxicidad interna de quien hostiga sin fundamento y se envenena a sí mismo.
Saludos poetisa.
La Hechicera de las Letras.
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