A mi manera… junio 23
El 23 de junio de este año, fue un día muy especial rodeada de toda mi familia.
les cuento que lloré, bailé, bebí un licor de café, que siempre disfruto beber,
Cuando digo que canté, es porque lloré, recordando un pasado que se fue como agua
Una vida que me ha robado ilusiones pero que también me ha dado muchas sorpresas.
Puedo estar malherida, y como un lobo herido me lamí las heridas y me puse mis tacones,
y le bailó al dolor, para que se doblegue ante mí, bailo rumba, cumbia y tango.
Bailo bajo la lluvia para que nadie note que estoy llorando.
Bailo a la vida, que me ha llenado de regalos son tres hijos maravillosos y dos nietos.
Ellos son como estrellas brillantes, y me recuerdan me aman con dulzura.
Ahora mismo me siento sana, fresca, radiante porque con alegría festejo mi cumple.
23 de junio yo me siento como una mujer poesía, mujer baile, mujer canto,
mujer íntegra, mujer enamorada de la vida, de mis hijos, de mis nietos.
He vivido mis años, como he querido vivirlos, nunca permito que me frenen,
o que quieran cambiarme, yo nací guerrera, solfeo la vida, desde el primer día que nací.
Me he caído y me he levantado más fuerte, más atrevida, más sensata, más segura,
No soy fácil de aceptar, a veces no caigo bien a la gente por mi manera de ser,
porque no me dejo de humillar, nunca me ha gustado estar sujeta para dar gusto.
Soy una mujer de carne y hueso, una mujer que se enamora de la vida, soy como soy,
Soy esa, la de las caricias de otoño y la de besos con sabor a café, que ama sin medida.
Soy esa, de las de las heridas abiertas, y que se atreven a ponerle sal para que me duela más.
Soy inventario de versos llenos de pasión, amor, dolor, deseos, desamor,
Soy invierno y otoño, soy minutos del tiempo que me lleva a aprisa para mi fin.
Soy vacíos, que la poesía llena de pasiones, que sellan mi vida y mi muerte.
Soy la que soy y vivo esperando un amor lejano que nunca volverá y lloro su ausencia.
Estoy perdida en mis sentimientos, en mis resabios, en mis miedos y soledad.
Vivo despierta por temor a morir dormida, como poco, porque me abandona el apetito.
Soy ciudadana del cielo y me esperan un coro de ángeles para morar en la gloria de Dios.
Por ahora disfruto la vida, me emociona el día siguiente, aunque no se si despertaré.
He amado mucho y me han amado mucho tanto que le salgo debiendo a la vida.
si yo muero hoy estoy lista la vida no me debe nada al contrario le salgo debiendo.
El único que me juzga es Dios, y él a sido mi fuerza y mi guía y mi sostén.
Siempre he vivido a mi manera, sin lazos que me aten, ni cadenas que me sujeten.
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. ¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
Viví a mi manera y así me iré a mi manera…
Alicia Pérez Hernández… México
No es la pluma la que escribe, es el alma
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Quizás te diga un día que dejé de quererte,
aunque siga queriéndote más allá de la muerte;
y acaso no comprendas, en esa despedida,
que, aunque el amor nos une, nos separa la vida.
Quizás te diga un día que se me fue el amor,
y cerraré los ojos para amarte mejor,
porque el amor nos ciega, pero, vivos o muertos,
nuestros ojos cerrados ven más que estando abiertos.
Quizás te diga un día que dejé de quererte,
aunque siga queriéndote más allá de la muerte;
y acaso no comprendas, en esa despedida,
que nos quedamos juntos para toda la vida.
Poema de la despedida. José Ángel Buesa
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Autor:
alicia perez hernandez (
Offline)
- Publicado: 25 de junio de 2025 a las 18:39
- Comentario del autor sobre el poema: He vivido a mi manera y la vida no me debe nada, ni le debo nada a la vida.
- Categoría: fecha-especial
- Lecturas: 1
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