alicia perez hernandez

A mi manera…

A mi manera… 

El 23 de junio de este año, pase un día muy especial, estuve rodeada de toda mi familia.

les cuento que lloré, bailé, bebí una copita licor de café, lo disfruto siempre que puedo.

Cuando digo que canté, es porque lloré, recordando un pasado, que se fue como agua.

Una vida, que me ha robado ilusiones, pero que también, me ha dado muchas sorpresas.

Puedo estar malherida, y como un lobo herido, me lamo las heridas y me pongo mis tacones,

y le bailó al dolor, para que se doblegue, ante mí, bailo rumba, cumbia y tango.

Bailo bajo la lluvia, para que nadie note, que estoy llorando.

Le bailó a la vida, que me ha llenado de regalos, son tres hijos maravillosos y dos nietos.

Ellos, son como estrellas brillantes recordandome que me aman con dulzura.

Ahora mismo, me siento sana, fresca, radiante, festejando con alegría mi cumple.

los 23 de junio yo me siento una mujer poesía, mujer baile, mujer canto,

mujer íntegra, mujer enamorada de la vida, de mis hijos, de mis nietos.

He vivido mis años, como he querido vivirlos, nunca les permito, que me frenen,

o que quieran cambiarme, yo nací guerrera, solfeo la vida desde el primer día que nací.     

Me he caído y me he levantado, y más fuerte, más atrevida, más sensata, más segura,

No soy fácil de aceptar, a veces no caigo bien a la gente, por mi manera de no dejarme.

porque no me dejo humillar, nunca me ha gustado estar sujeta, ni para dar gusto.

Soy una mujer, de carne y hueso, una mujer, que se enamora de la vida, soy, como soy,

Soy esa, la de las caricias de otoño y la de besos con sabor a café, que ama sin medida.

sin complejos, sin complicaciones, soy autentica, leal, sincera.

Soy esa, de las de las heridas abiertas, y hay quien atreve, a ponerle sal y me duela más.

Soy inventario de versos, llenos de pasión, amor, dolor, deseos, desamor,

Soy invierno y otoño, soy minutos del tiempo, que me lleva a aprisa hacia mi fin.

Soy vacíos, que la poesía llena de pasiones, que sella mi vida y mi muerte.

Soy, la que soy, y vivo esperando un amor lejano, que nunca volverá, siento su ausencia.

Estoy perdida en mis sentimientos, en mis resabios, en mis miedos y soledad.

Vivo despierta por temor a morir dormida, como muy poco, porque no tengo apetito.

Soy ciudadana del cielo, y me esperan un coro de ángeles, para morar en la gloria de Dios.

Por ahora, disfruto la vida, hago emocionante el día siguiente, a veces no se si despertaré.

He amado mucho, y me han amado mucho, tanto que le salgo debiendo a la vida.

si yo muero hoy, estoy lista, la vida no me debe nada, al contrario, le salgo debiendo.

El único, que me juzga es Dios, él a sido mi fuerza y mi guía y mi sostén. 

Siempre he vivido a mi manera, sin lazos que me aten, ni cadenas que me sujeten.

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. ¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

Viví a mi manera y así me iré a mi manera…

Alicia Pérez Hernández… México

No es la pluma la que escribe, es el alma

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Quizás te diga un día que dejé de quererte,
aunque siga queriéndote más allá de la muerte;
y acaso no comprendas, en esa despedida,
que, aunque el amor nos une, nos separa la vida.

Quizás te diga un día que se me fue el amor,
y cerraré los ojos para amarte mejor,
porque el amor nos ciega, pero, vivos o muertos,
nuestros ojos cerrados ven más que estando abiertos.

Quizás te diga un día que dejé de quererte,
aunque siga queriéndote más allá de la muerte;
y acaso no comprendas, en esa despedida,
que nos quedamos juntos para toda la vida.

Poema de la despedida. José Ángel Buesa