_Milagro menor_
No cayó maná del cielo.
No floreció la herida.
No me habló la estatua
ni ardió la zarza.
El milagro fue menor:
una palabra
brotó de mi lengua
sin miedo.
Y no era plegaria.
Era verdad.
El milagro fue que el cuerpo
no se quebró al decirla.
Una luciérnaga me siguió tres pasos.
Una mujer me sonrió sin nombre.
Una lágrima se detuvo en la mejilla
como si dudara de caer.
No hubo testigos.
No hubo aplauso.
Solo yo
y la palabra
que me devolvió el pulso.
EmilioDR
6-25-2025©℗®
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Autor:
EmilioDR (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 25 de junio de 2025 a las 09:07
- Comentario del autor sobre el poema: Poema a los milagros que ocurren a diario en nuestras vidas, son menores, y puede que no nos demos cuenta de su paso. Una palabra, una luz, una sonrisa y hasta unos pasos hacia adelante.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 41
- Usuarios favoritos de este poema: Javier., Francisco Javier G. Aguado 😉, Carlos Armijo Rosas ✒️, Antonio Miguel Reyes, MISHA lg, pasaba, JAGC, Poemas de Pepita Fernández, Llaneza, Lualpri, alicia perez hernandez, Freddy Kalvo, Rafael Escobar, Mauro Enrique Lopez Z., JUSTO ALDÚ, Lucía gómez, CBR, Basil, Javier Julián Enríquez, Mª Pilar Luna Calvo, David Arthur, Ricardo Castillo.
Comentarios5
Emiliano, con este poema nos invitas a una reflexión sobre dónde encontrar lo extraordinario. Nos alejas de la expectativa de lo grandioso y lo sobrenatural, para ver la autenticidad y la valentía en lo cotidiano. El verdadero milagro no reside en eventos externos e incontrolables, sino en el acto de liberarse del miedo y sincerarse con uno mismo.
Me gustó tu poema y tu filosofía.
🍷
La mente no descansa siempre tiene ganas de seguir trabajando.
Gracias amigo Emiliano.
Un saludo.
siempre habrá algo, o alguien
que nos sonria poeta
hermosas letras
gracias por compartir
Una luciérnaga me siguió tres pasos.
Una mujer me sonrió sin nombre.
Una lágrima se detuvo en la mejilla
como si dudara de caer.
No hubo testigos.
No hubo aplauso.
Solo yo
y la palabra
que me devolvió el pulso.
besos besos
MISHA
lg
También los milagros menores cuentan, los que no se ven, los que no se dicen, la vida es un milagro, la salud es un milagro. un placer de lectura. Un abrazo poeta Emiliano
El milagro supremo fue que tu espíritu poético salió de su tranquilidad para irse a encontrar con Erato, y entre los dos tejer ese lindo lienzo de fe que emana las mejores notas de la divina poesía.
Mi fraternal abrazo lleva con elmi grande admiración acompañada de mi aprecio a tu noble persona.
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