Un minuto

Franjablanca


AVISO DE AUSENCIA DE Franjablanca
Con los fragmentos de esperas
en la dársena del puerto,
fabrico un barco sin velas
y floto haciéndome el muerto.

Con los trozos de botella,
después de la botadura,
hago un puzle de las huellas
que dejó el tiempo que dura.

Con los rescoldos del fuego
que va dejando mi ausencia,
hago cubitos de hielo
(en justa correspondencia).

Con la brisa que me toca
cuando ya no estoy al mando,
oigo decir en tu boca:
las letras se van volando.

Señales cruzadas.

Labios hambrientos.

Tibios intentos.

Puertas cerradas.

Fuego en las venas.

Bocas suicidas.

Barras ceñidas.

Copas rellenas.

 

-¿Cómo te llamas?

-¿Quién lo pregunta?

-Este que asunta.

-Mucho reclamas.

-Dame una pista.

-Vivo algo lejos.

-Trucos añejos,

eres muy lista.

-Y tú, qué tal.

-Nada importante.

-Vaya farsante.

-Compra vocal.

Vaya sorpresa,

por fin sonríes.

-Pues no te fíes:

soy mala presa.

Vale, de acuerdo,

me has caído bien.

-Una de cien.

-Eso que pierdo.

Sé lo que buscas,

no soy de esas;

ergo tropiezas.

-Pero me gustas.

-Venga, juguemos.

-¿A las preguntas?

-¿Eso te asusta?

-Bueno, veremos.

-Quiero decirte

antes de nada

que estoy casada.

Si quieres irte...

-Solo disfruto

tu compañía,

aunque sea mía

solo un minuto.

-No me entretengo,

debo volver.

Es un placer.

-Claro, lo entiendo.

¿Quizá otro día?

-Puede que sí,

vendré por aquí,

-Me gustaría.

 

Y nos miramos de frente.

Y, aunque fue solo un segundo,

nos olvidamos del mundo,

del reloj y de la gente.

 

Pero allí fuera

la madrugada

ya se anunciaba.

Tuve la duda 

de que volviera.

Se quedó muda.

Y yo a la espera...

  • Autor: Franjablanca (Offline Offline)
  • Publicado: 24 de junio de 2025 a las 08:50
  • Comentario del autor sobre el poema: Me gustaría decir que volví a verla, pero no ha vuelto en estas casi dos semanas, ni a ella ni a su amiga. Todavía me pregunto cómo una noche se me pudo hacer tan corta como un minuto. Y no se me olvida aquel segundo en que nos miramos sin decir nada justo antes de despedirnos. Supongo que nuestros ojos hablaron en nombre de nuestras bocas. Hay miradas más explícitas que un libro abierto. (Pero no ha vuelto).
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 1
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.