Corazón mío, estás tan vacío,
ni el sol, ni el canto, ni el rocío
logran tocar tu hondo desvarío,
y aun así sigues, con desvarío.
No hay quien te riegue, quien te consuele,
quien con su amor tu pena vuele.
Cada latido se va perdiendo,
como un suspiro que va muriendo.
Sigues latiendo, sin rumbo cierto,
como si adentro todo estuviera muerto.
Te empeñas, frágil, en resistir,
aunque ya no sepas por qué seguir.
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Autor:
Daira Rodríguez (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 21 de junio de 2025 a las 22:43
- Categoría: Triste
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: Josué Gutiérrez Jaldin, Antonio Pais, Lualpri, ElidethAbreu, Poesía Herética
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