Jamás se quejaba
más se volvió distraída y lejana
como una niña vieja...
quedándose en capullo sin abrir ya nunca...
Quién lo diría,
con su alma en comunión y penitencia...
es lo que ahora le toca,
la contemplación sin punto de referencia...
Y corre la cortina,
del tiempo y su sangre, de la memoria,
ya sin aventura,
su vida es diminuta sin compañía...
Oculta en la sombra,
con los brazos en cruz sobre la cama
y los pechos boca arriba,
se entrega desnuda a la agitada penumbra...
-
Autor:
el brujo de letziaga (Seudónimo) (
Online)
- Publicado: 21 de junio de 2025 a las 01:58
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 21
- Usuarios favoritos de este poema: Pilar Luna, Mauro Enrique Lopez Z., MISHA lg, Eduardo Rolon, Antonio Pais, alicia perez hernandez
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.