La musa y el artista

Denise Arredondo

Hoy todas mis convicciones tambalean

No soy

Si soy

No, si

Me reprocho el día que me empecé a cuestionar todo, pero también me lo agradezco

Cambios abruptos

Duelos sin cierre y a destiempo

Corazas que cree, máscaras que diseñe a la perfección

Hoy se cae todo

El disfraz ya no me queda, me aprieta, me asfixia

El que está al lado no lo entiende, no puede creer que su escultura se cae a pedazos ¿cómo puede ser? Era perfecta.

Si, yo también me lo pregunto cómo pudo ser.

La perfección no existe y si existiera sería imperfecta.

El artista de esa obra que algún día amo tanto a su musa ahora calla. Porque no le gusta ni un poco lo desestructurado, lo que se sale de la línea, el círculo desprolijo.

Solo se detiene a observarla. Aún la quiere. Pero la podría querer aún más si ella volviera a ser la escultura perfecta, esa obra maestra que todos desean crear. Los espectadores de aquel escultor están un poco enojados con su musa, en un momento juraron ser de su devoción y haberla deseado, hoy… hoy simplemente dicen ya no conocerla, no quererla.

Pero aquel artista en el fondo sabe bien que su obra nunca hubiese sido aclamada sin esa musa que un día juró ser la más estructurada, la más obediente, la más fiel a todos sus principios.

No hay artista sin musa, no hay musa sin artista.

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Comentarios +

Comentarios2

  • JAVIER SOLIS

    La escultural perfección femenina
    alcanza a extremos a veces inútiles
    pues la valía de una mujer no está en su cuerpo
    sino en su personalidad.

    Preciosos versos que inducen arefelexionar
    Gracias por comparirla amiga
    Con cariño
    JAVIER

  • Crucito Bautista

    O eres la parte que crea o eres la obra misma. De todas formas eres manifestación de la belleza.



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