El animal me llama
y lo atiendo, el animal
me llama y lo entiendo.
Desmintiendo las verdades y consintiendo
que el tiempo me vuelva
polvo, me vuelva
de agua, me vuelva
de aire, me vuelva
füego, me vuelva.
En la conciencia de dios todo es perfecto.
En la memoria de dios todo es eterno.
Impertérrito ante el tránsito de los sucesos,
el universo se libera en un haz de pensamiento
conjugando la síntesis del verbo compuesto:
EXISTIR
Me contraigo en el cosmos,
en el éter me disuelvo.
En el instinto se despierta el primigenio
comprendiendo que no hay saber
más sabio que perseguir
el dictado de la intuición;
el canto de la naturaleza.
Y reclamo a la razón que me atenaza
el derecho de ser sin tener raza
el animal al cual destino le dio forma
para habitar libre del yugo social.
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Autor:
liocardo (
Offline)
- Publicado: 17 de junio de 2025 a las 04:06
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, Nelaery, Antonio Miguel Reyes, Mauro Enrique Lopez Z., pasaba, Antonio Pais, alicia perez hernandez, La Hechicera de las Letras, Javier Julián Enríquez, Pilar Luna, ElidethAbreu, JUSTO ALDÚ, EmilianoDR
Comentarios3
Me sugiere el deseo del Ser que puede tomar diferentes formas en diferentes circunstancias, aunque, en la realidad, estemos todos atados a lo que nos ha tocado ser.
Muchas gracias por compartirlo, poeta Liocardo.
Pero ese "atamiento" es subjetivo. Es una condición impuesta y una comodidad aprehendida y la cobardía de no romper con la cristalización de la existencia predeterminada, artificial y artificiosa.
Vale para quien la acepte y no es una crítica. Sólo que a mí a veces me sume en una claustrofobia existencial.
Muchas gracia, Nery, por leerme y opinar siempre tan certera y sabia.
😘
Gracias a ti por responder y explicar, poeta Liocardo.
El mensaje es potente, aunque con un aire un poco idealista y romántico sobre el “instinto” versus la “razón”.
Aquello que aquí se revela con la solemnidad de un rito primigenio, aunque lo diga con voz ceremoniosa, es simple: no quiero tu molde, ni tu razón domesticada, ni tu jaula con nombre bonito. Quiere ser —no parecer, no agradar, no encajar— ser, con todo lo salvaje, impuro y verdadero que eso implica.
Tiene merito. Porque en este mundo donde todos compiten por volverse “aceptables,” alguien que se atreve a invocar al animal y desobedecer la lógica ya está por encima del rebaño. Ahora, no nos engañemos: el instinto no es ningún dios. Si no sabes dónde pisas, te devora igual que la razón. Por eso esto no es un manifiesto de liberación sin consecuencias, es un zarpazo poético que exige pensar, no solo sentir. Es un desafío a esa razón que se disfraza de virtud, cuando en realidad es solo una cadena pulida.
¿Es válido lo que dice? Más que válido. El mensaje es una bofetada a todo lo que nos vuelve obedientes, dóciles, formateados. Pero como toda bofetada que vale la pena, no basta con recibirla. Hay que decidir qué haces después.
Ser libre implica más que rugir; exige conciencia, consecuencias, decisiones.
La Hechicera de las Letras.
Te agradezco haber llegado a la sustancia de mis decires. Eres genial, Hechi.
No pretendo idealizar. En un mundo avocado a la naturalidad se entienden todas sus consecuencias. Ser una presa en la cadena trófica o un alfa que usa de todas sus habilidades. Pero que estas habilidades no condicionen, es decir: no avergonzarme si mis habilidades se imponen, aunque este mundo de predadores y presas nada está escrito y cada instante es un reto que asumo.
Ser libre implica el enfrentamiento a cada circunstancia imprevista en su momento, en un universo cruel y maravilloso. Lo "maravilloso" es una condición perceptible sólo permitida a la razón, que viene dada solamente en la naturaleza de nuestra especie, de la cual nos han hecho esclavos cuando, bajo mi perspectiva, no tiene más mérito que la fuerza y garras de un león o la sibilina astucia de una serpiente de colmillos ponzoñosos. Aunque la misma, la razón y el entendimiento, son cualidades de supervivencia que hemos llevado a una convivencia como obligada haciéndonos creer que tenemos el deber de ser seres superiores y... bla, bla, bla.
Ser natural y parte de la naturaleza, pervivencia o extinción. A la vez de ser único para mirar los planetas y las estrellas e interpretar sus entrelazamientos, mas que esta capacidad no condicione mi existencia.
Lo asumo y reclamo mi libertad en ese sentido.
Gracias por tu decir y me encanta tu perspectiva además de que te hayas parado en mis letras.
Liocardo.-
Muchas gracias, Lío, por este reflexivo poema, en el que se puede apreciar explora la disolución del ser en el cosmos y la primacía de la intuición sobre la razón. De esta forma, se observa una reivindicación del derecho a una existencia primordial, libre de las restricciones sociales, mediante la invocación de la esencia animal como símbolo de autenticidad. Asimismo, se plantea una reflexión acerca de la transformación constante y la conexión entre lo individual y lo universal. Así las cosas, a través de una experiencia sensorial y de una sabiduría instintiva, se busca la verdad.
Un cordial saludo y fuerte abrazo
Cuánto me complace, compañero, que hayas llegado a la esencia de mi intención de decir. Muchas gracias a ti, por hacerme sentir que me he logrado explicar y por tu buen entendimiento.
afectuoso saludo y abrazo compartido.
Un placer y honor.
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