El animal me llama
y lo atiendo, el animal
me llama y lo entiendo.
Desmintiendo las verdades y consintiendo
que el tiempo me vuelva
polvo, me vuelva
de agua, me vuelva
de aire, me vuelva
füego, me vuelva.
En la conciencia de dios todo es perfecto.
En la memoria de dios todo es eterno.
Impertérrito ante el tránsito de los sucesos,
el universo se libera en un haz de pensamiento
conjugando la síntesis del verbo compuesto:
EXISTIR
Me contraigo en el cosmos,
en el éter me disuelvo.
En el instinto se despierta el primigenio
comprendiendo que no hay saber
más sabio que perseguir
el dictado de la intuición;
el canto de la naturaleza.
Y reclamo a la razón que me atenaza
el derecho de ser sin tener raza
el animal al cual destino le dio forma
para habitar libre del yugo social.