La soledad, esa doble cara
La soledad es buena,
susurra en voz baja, es sabia consejera,
me acompaña mientras pinto colores del alma,
mientras mis manos tejen belleza con hilos de calma.
Es un refugio callado,
una pausa sagrada en medio del ruido,
cuando el mundo ruge sin piedad
y el alma busca reposo como un niño herido.
Pero duele...
cuando deja de ser refugio
y se convierte en celda sin llaves,
cuando ya no es elegida,
sino impuesta, como sombra que invade.
Duele...
cuando se disfraza de indiferencia,
cuando nadie escribe, nadie llama,
cuando el “te quiero” se vuelve un eco hueco
que se pierde entre el silencio y la nada.
La soledad...
esa amiga de tardes serenas,
puede volverse enemiga
cuando el corazón suplica
ser visto, escuchado,
abrazado sin condiciones,
amado sin razones.
Y en ese vacío que pesa,
mi alma grita su oración al cielo:
¡Dios, escúchame!
En tu amor eterno hallo mi consuelo,
mi nombre no se pierde en el olvido,
mi valor no depende
de si el mundo me quiere o me ha ido.
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Autor:
LINA DOCENTE (
Offline)
- Publicado: 16 de junio de 2025 a las 13:08
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema nace desde lo más íntimo de mi alma. Refleja una verdad que muchos callamos: la soledad tiene dos rostros. Por un lado, es un refugio sereno, un espacio sagrado donde mi corazón encuentra descanso del ruido del mundo, donde puedo pensar, crear, orar, y simplemente ser, sin máscaras. Pero también, la soledad duele... duele cuando deja de ser elección y se convierte en una imposición. Cuando no hay con quién compartir el dolor sin miedo a ser juzgado. Cuando los silencios se hacen más largos que las palabras. Cuando el alma clama por compañía, por un abrazo sincero, por ser vista y amada tal como es. Este poema es transparencia. No busca lástima ni respuestas, solo quiere mostrar una parte real de lo que vivo. Es un clamor a Dios, el único que escucha cuando nadie más lo hace. En medio de esta soledad que a veces me envuelve, mi consuelo es saber que Él no me olvida, que en su amor eterno mi alma encuentra descanso.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 42
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Axxiz, Mauro Enrique Lopez Z., ANGHELUZ., alicia perez hernandez, WandaAngel, EmilianoDR, ElidethAbreu
Comentarios2
La soledad dejo de sentirla cuando oro y siento el abrazo de Dios, no estoy sola pero me siento SOLA y te entiendo muy bien. un gran abrazo. BIENVENIDA!!
muchas gracias bendiciones
Sí, así es. Un poquito de soledad es disfrutable, aunque creo que la soledad que muchas veces busca el alma es ausencia temporal de otras presencias humanas, pero la presencia de Dios nunca es prescindible. La soledad sin la presencia de Dios sería depresiva, angustiosa. De la misma manera, estar con la compañía humana más agradable, si no contamos con una armonía de compañerismo con el Padre celestial, se torna vacía, vana...
Muchas gracias por tus reflexiones poéticas.
gracias, bendiciones
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