¿Y a quién me he encontrado?
por las mismas tierras que he caminado
común e iguales muros blandos
que todos creen que son inquebrantables.
Un eco suscita mi gran afano
entrada y salida son todo mi amaño
brújula y mapa me han dictado
mentiras sueltas por perdidos hermanos.
Raudos algunos, otros calmados
Yo quieto y esperando, negado al engaño
sin venir ni anteponer ni un revelo sacro
cúpula de diamante a nuestros pasos.
Cuál fue nuestro encierro y prisión destinado
bienquerientes falsos, persiguiendo lados
profeta o divinidad que entrega la realidad
dialogo de paredes y retumbo controlando.
Y si te encuentro a ti, que será de mi
¡Oh! tan imposible e inhacedero es eso
se cuelan pensamientos inútiles en mis túneles
perfidia de la realidad excelsa sucumbe.
Ya desde un principio, por siempre
por ver, recorrer y existir, para ello
caen miles de almas por un abismo arrollador
uno que atrae a cada uno desde su principio.
Imposible discernir una realidad
en la disociación más extrema de existir
elegir un camino, elegir una verdad
y dar paso a los unos y otros
que me reflejan en sus miradas
y están igual perdidos que yo
Laberintos…
Sin poder salir, sin poderse ir
obligado a rondar por el eterno existir
ni entregado al recuerdo ni a la perdición
solamente en un laberinto desangelado.
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Autor:
J.M Aceros Bernal (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 14 de junio de 2025 a las 12:47
- Comentario del autor sobre el poema: La sociedad, la vida, las personas.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 7
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
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