J.M Aceros Bernal

Laberinto

¿Y a quién me he encontrado?

por las mismas tierras que he caminado

común e iguales muros blandos

que todos creen que son inquebrantables.

 

Un eco suscita mi gran afano

entrada y salida son todo mi amaño

brújula y mapa me han dictado

mentiras sueltas por perdidos hermanos.

 

Raudos algunos, otros calmados

Yo quieto y esperando, negado al engaño

sin venir ni anteponer ni un revelo sacro

cúpula de diamante a nuestros pasos.

 

Cuál fue nuestro encierro y prisión destinado

bienquerientes falsos, persiguiendo lados

profeta o divinidad que entrega la realidad

dialogo de paredes y retumbo controlando.

 

 

Y si te encuentro a ti, que será de mi

¡Oh! tan imposible e inhacedero es eso

se cuelan pensamientos inútiles en mis túneles

perfidia de la realidad excelsa sucumbe.

 

Ya desde un principio, por siempre

por ver, recorrer y existir, para ello

caen miles de almas por un abismo arrollador

uno que atrae a cada uno desde su principio.


Imposible discernir una realidad

en la disociación más extrema de existir

elegir un camino, elegir una verdad

y dar paso a los unos y otros

que me reflejan en sus miradas

y están igual perdidos que yo

Laberintos…

 

Sin poder salir, sin poderse ir

obligado a rondar por el eterno existir

ni entregado al recuerdo ni a la perdición

solamente en un laberinto desangelado.