Se elevó.
Deshizo los nudos de oro que se aferraban a su garganta,
rompió la comisura de sus labios, henchidos de sueños rotos.
Desgarró su voz y la convirtió en trazos de luz y amanecer;
damasquinó su alma y la entregó como señal de victoria.
Se elevó.
Y aunque no lo sabía, ya era eterna entre el resto de los mortales;
los ojos de la tierra le daban la espalda.
En la aurora ya no queda ni el recuerdo de la ciudad que la vio nacer.
Era una sombra que jugaba a contracorriente en un eclipse de sol.
Se elevó.
Y cuando quiso darse cuenta fue capaz de coger la bola del mundo.
Era el vellocino de oro de una sociedad corroída por la ruina.
Aparcó las miradas de los infelices que todavía no habían llegado hasta allí.
Se elevó.
Y entonces, cayó.
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Autor:
ReiKsawery (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 14 de junio de 2025 a las 06:13
- Comentario del autor sobre el poema: El poema habla sobre la liberación del ser, preso de las ataduras de su vida mundana. Sin embargo, el exceso y la autoconfianza; así como la propia humillación al lugar del que provenía acaba siendo la némesis de la protagonista, presa de su autodestrucción.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Miguel Reyes, EmilianoDR
Offline)
Comentarios2
Un poema que guarda intrínseca némesis parecida a la que sufrió Edipo en Tebas.
Describes con talento episodios para disfrutarlos por sus agudas palabras.
Un saludo.
Gracias poeta ReiKsawery y a mayor altura, mayor caída.
Saludos.
Gracias por tu comentario, EmilianoDR. En efecto, como dices, a mayor es la altura, mayor es la caída... y normalmente la gente no es consciente de eso.
Saludos.
Saludos .
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