Si no está oculto tu rostro,
porqué llora mi alma
cuando el silencio perverso
me recuerda, que ya no tengo nada...
si tus huellas no se deshacen,
aunque la tempestad ciña la arena
y tu voz siga resonando
entre lentiscos y pinares,
dime, porqué no suenan tus clarines
ni truenan las trompetas!.
Si en brazos me elevas
y jamás del rebaño
permites que me pierda,
porque siento que mis pasos,
a veces herido y sediento,
no tienen honda ni yugo
que a su camino hagan que vuelva...
Si tú brillas con luz poderosa;
si los cielos y la tierra
son fulgor sin sombras,
dime, porqué la noche me acecha
y me cubre, cuando más espero tu hora.
Si soy la moldura de tu barro;
el lienzo de tu pintura,
dime, Dios mío, porque me siento
como el viento invisible
que sin destino sopla.
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Autor:
poetalibre (
Online)
- Publicado: 12 de junio de 2025 a las 09:54
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 2
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