El hombre que va contra el viento,
desaparecer, evaporarse, volverse hilo invisible y deshacerse de su « yo » social.
En el laberinto de la ciudad,
donde las luces se apagan y se encienden,
hay quienes deciden desaparecer,
dejando atrás el ruido y la multitud.
La vergüenza de no alcanzar el éxito,
de no cumplir con las expectativas,
de no ser lo suficientemente bueno,
los lleva a esconderse en la sombra.
La sociedad les impone un molde,
un camino recto y estrecho,
donde el fracaso es un estigma,
y la debilidad es un pecado.
Pero ellos no pueden soportar,
la presión de la perfección,
la carga de la responsabilidad,
el peso de la opinión pública.
Se evaporan en el silencio,
como humo que se disipa en el aire,
sin dejar rastro ni huella,
sin decir adiós ni despedirse.
Se van a los bosques, a las montañas,
a los ríos y a los valles,
donde la naturaleza es pura,
y el alma puede respirar.
O se esconden en los meandros de la
ciudad, en calles estrechas y oscuras,
donde la vida es un ruido que fue,
y la libertad un lujo.
Allí, en el anonimato,
pueden ser ellos mismos,
sin la carga de la sociedad,
sin la mirada de los demás.
Pueden reinventarse,
pueden empezar de nuevo,
pueden vivir la vida que desean,
sin miedo a ser juzgados.
P Sabag.safecreative
-
Autor:
pasaba (
Offline)
- Publicado: 12 de junio de 2025 a las 03:16
- Comentario del autor sobre el poema: El texto que hoy presento no es poesía y bueno en el fondo nada de lo mío pretendo a que lo sea, pero quiero poner en relieve un fenómeno social japonés, que ocurre en menor proporción también en nuestras sociedades, este fenómeno llamado : « Jôjatsu » La expresión japonesa jōhatsu (蒸発, lit. “evaporación”) se utiliza en Japón para referirse a las personas que desaparecen voluntariamente de sus vidas. \r\n En Japón, la gente desaparece de la noche a la mañana. Un fenómeno social de magnitud bien conocido que, sin embargo, sigue siendo tabú. Hablamos de 100 000 personas que se volatilizan repentinamente cada año. Una estadística probablemente subestimada, ya que podría rondar los 200.000 al año según varias asociaciones. Las posibilidades de encontrar los evaporados son mínimas, lo que acentúa el dolor de los familiares.\r\nMuchos japoneses han entendido que, para escapar de una situación inextricable, existe una alternativa al suicidio: la desaparición pura y simple. Muchas personas que ya no pueden asumirse económicamente, simplemente deciden hacerse olvidar, de ahí esta voluntad de borrarse para siempre.\r\nEsta práctica existe desde la Edad Media. En aquella época, se llamaba al vagabundo “el hombre que va con el viento”. La figura del evaporado siempre ha despertado miedo y fascinación en las mentes. Estas personas huyen porque han perdido la cara. Para lavar el honor de su familia, se evaporan. Adolescentes o jóvenes con dificultades en casa, toman la tangente a la gran desesperación de sus padres.\r\nJapón tiene una cultura inmensamente refinada, la inseguridad es una de las más débiles del mundo, y la tranquilidad y la confianza en los grados más altos. La sociedad valora el éxito social desde la escuela. El fracaso es inaceptable, y el amor propio tiene algo que ver con ello. La fuerza de carácter se revela en la obediencia a las reglas y no en la insumisión.\r\n\r\n\r\n\r\n\r\n
- Categoría: Sociopolítico
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Comentarios13
Hola, no conocía el tema, muy interesante y sorprendente
Gracias por traerlo
Saludos feliz día 😊
Acabo de leer un libro sobre el tema y claro no sabía el número impresionante de desaparecidos. Yo sé que muchas personas se pierden en el anonimato y de modo voluntario, pero en el Japón las personas que así lo deciden es enorme sin contar aquellos que se suicidan.
Gracias por tu lectura y comentario.
Interesante tema nos compartes, cada día se necesitan mas cosas para mostrar éxito, sin éxito no eres nada, asi parece ser, duro presente y mas duro futuro para la humanidad. Gracias por compartir, siempre un placer leerte.
Saludos, feliz día, Alex
Buenas tardes Alex gracias por tu comentario, he leído que no solamente lo hacen adultos, pero también jóvenes que deciden desaparecer.
Un abrazo
Para mí es poesía y de la buena, porque habla de humanidad, algo que, por desgracia, algunos han olvidado. Enhorabuena!! 🥰💕🙏👏👏👏
Un abrazo Paris, la sociedad actual es una sociedad de la « performance » te enseñan a ganar a competir, pero no te enseñan la comprensión, la mirada social sobre los individuos puede acabar con algunos.
Un abrazo
Gracias por tus letras, querida Patri.
Ten un bello día.
Buenas noches Luis, gracias por tu comentario y feliz tarde para ti 😘
Pudiese ser que haya algo de: "el hombre nace sano, la sociedad lo pervierte".
Probablemente en las épocas primigenias no existía suicidio ni deseos de alejarse de los demás.
Un abrazo muy grande Patricia
El instinto de vida nos hace vivir en sociedad, es más natural que el hecho de voluntariamente largar las amarras, es que creo la presión es tal que el individuo o se suicida, o desaparece ( muerte social)
Qué interesante aporte, y tema poetisa.
Tus letras lo honran.
Abrazo
Gracias Patricia, por aquí se da mucho suicidio de jóvenes adolescentes y sobretodo por acoso por parte de otros adolescentes, fotos comprometedoras y chantaje, pero según parece en Japón cobra amplitud y en los adultos. Triste !
Un abrazo amiga 🌸😘
Mii querida Patricia, me ha encantado.
La cultura japonesa no deja de sorprendernos.
Gracias por el Jôjatsu.
Abrazos
Es cierto ! Paradójicamente es una sociedad altamente segura y desarrollada. He visto que hay porcentajes elevados de adultos jóvenes en depresión. Es una sociedad del resultado y si no lo hay te auto excluyes.
Un beso Elideth y feliz fin de tarde.para ti.
Tema nuevo para mi también, pero sé que la sociedad japonesa tiene su forma de vivir. Así que es difícil comentarte.
El "hombre que va contra el viento" no escapa: se libera, se diluye en lo esencial.
Saludos
Tienes razón una sociedad con otros códigos, salvo el humano que creo compartimos todos.
Ellos tienen ese código del honor tan anclado que como lo dices habría que estar educado en ese cuadro cultural para comprender una decisión de esta naturaleza.
Un abrazo Justo y muchas gracias por tu comentario.
tienen muy grabado, en ellos que el fracaso
de la indole que sea se paga con la muerte...
interesantes tus letras
gracias por compartir
Allí, en el anonimato,
pueden ser ellos mismos,
sin la carga de la sociedad,
sin la mirada de los demás.
Pueden reinventarse,
pueden empezar de nuevo,
pueden vivir la vida que desean,
sin miedo a ser juzgados.
besos besos
MISHA
lg
Gracias poetisa por tus comentarios y tu presencia.
Interesante termino, así estoy yo. Buenas letras, por cierto. Saludos.
Bueno Rubén no te evapores y sigue haciendo poesía. 😘
Ese fenómeno de desaparecer para no enfrentar un sistema implacable es un síntoma inhumano de una sociedad que no admite fallos, que devora a quienes no encajan en su molde rígido.
No es simple drama ni exageración: es la cruda realidad detrás del silencio y la invisibilidad de esas personas, solo enfrentando esas verdades se puede empezar a comprender la magnitud del problema.
El comentario del autor aporta el contexto fundamental para entender el texto y despeja cualquier duda sobre su intención formal.
Así viven los que se evaporan, los que eligen la nada antes que la mediocridad impuesta. No viven, sobreviven en la penumbra que ellos mismos crean, porque la luz de la sociedad los ha quemado hasta los huesos. Sin identidad, sin rostro, sin historia, son sombras con pies que caminan en un mundo que ya no les pertenece.
No esperes glamour ni heroicidad en esa existencia: es un purgatorio voluntario, una condena autoimpuesta para evadir la humillación perpetua. Trabajos invisibles, sueldos que ni se mencionan, vidas que se apagan en habitaciones que no se registran, en calles donde nadie pregunta. Son fantasmas entre los vivos, con la dignidad arrinconada y la esperanza como un hilo a punto de romperse.
Viven entre la precariedad y la libertad que da el no deberle nada a nadie, pero a qué precio. La soledad les acompaña más que cualquier compañía; el silencio, más que cualquier palabra. No hay aplausos ni abrazos, solo la constante lucha por no ser encontrados, por no ser reclamados por ese sistema que los expulsó con desprecio, ahí radica la tragedia. La fuga no es hacia la felicidad, sino hacia la inexistencia. Porque cuando la sociedad no te quiere, cuando el éxito es la única moneda y tú quedaste fuera, desaparecer se vuelve la última arma que tienen. No por valentía, sino por cansancio.
Así viven los jōhatsu; invisibles para no morir bajo el peso de un mundo que no sabe qué hacer con los que fallan. Y eso, en toda su brutal crudeza, es una verdad que duele y que nadie se atreve a enfrentar.
Aunque las ideas son profundas, el lenguaje utilizado es bastante sencillo, con frases demasiado explicativas y poco condensadas. Esto reduce el impacto emocional y la densidad poética.
La Hechicera de la Letras.
Gracias por tu comentario, estimada amiga.
El tema me ha interesado y está claro que se puede tratar de modo más profundo.
Un saludo
En esta mundo de fuerte concurencia Patricia , en donde solamente los más exitosas en muchas círculos cuentan, esto de "desaparecer" viene siendo un alternativo y a lo mejor aumentará en el porvenir.
Interesante y a la vez muy triste.
Saludos amiga
David
Está de hecho aumentando, así como el número de suicidios entre adultos jóvenes y adolescentes, el mundo del trabajo se ha altamente perfeccionado, la presión y el miedo a ser descalificado, los recortes laborales por reestructuración y una competencia que se cultiva desde la escuela primari, han configurado un hombre más sujeto a la depresión y el burn-out.
La sociedad Japonesa ha centrado mucho de su funcionamiento en sus principios ancestrales: el honor/ deshonor.
Un abrazo y gracias por el comentario,
Arte y conocimiento, magnífica combinación.
Agradado.
Lio.
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