Sos arrope en la distancia,
dulce y honda como el monte,
y en tus ojos el camino
se pierde en el horizonte.
Corazón de piquillín,
duro y tierno entre las brasas,
con tu amor me das abrigo
cuando el mundo se me cansa.
En tu leña hay esperanza,
en tu sombra la ternura,
y en tu risa una ramita
que perfuma mi amargura.
¿Cómo no quedarme en vos
¿Cómo no quedarme en vos
si encendés hasta la luna?
Si algún día estoy perdido
y no alcanzo la mañana,
que me esperen tus raíces
con su hoguera en la ventana.
Sos rocío en la gramilla,
olor a tierra mojada,
y en tus brazos se me anida
la calma tan esperada.
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Autor:
Vasca (
Offline)
- Publicado: 11 de junio de 2025 a las 11:27
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: Poesía Herética, ElidethAbreu, Mauro Enrique Lopez Z., Lualpri, alicia perez hernandez, Ana Blanes, EmilianoDR, JUSTO ALDÚ
Comentarios1
Querida amiga Vasca...
El árbol de piquillin
con ese fruto rojizo,
donde se extrae de allí
el arrope cual se ha dicho...
Y también el aguardiente
que no cualquiera la toma,
porque quema hasta los dientes
siendo de en serio y no broma.
Tiene un tronco muy preciado
para muebles y herramientas
y su raíz, de morado...
tiñe a lo que se presenta!
Bueno mi amiga poeta,
su piquillin me ha inspirado,
para escribirle estas letras
que ya ahora mismo le mando!
Gracias por compartir las tuyas.
Que tengas un maravilloso día.
Fuerte y sincero abrazo.
Luis.
Que linda inspiración! Gracias amigo querido!
A ti!
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