Vasca

Corazón de piquillín

Sos arrope en la distancia,
dulce y honda como el monte,
y en tus ojos el camino
se pierde en el horizonte.

Corazón de piquillín,
duro y tierno entre las brasas,
con tu amor me das abrigo
cuando el mundo se me cansa.

En tu leña hay esperanza,
en tu sombra la ternura,
y en tu risa una ramita
que perfuma mi amargura.
¿Cómo no quedarme en vos
si encendés hasta la luna?

Si algún día estoy perdido
y no alcanzo la mañana,
que me esperen tus raíces
con su hoguera en la ventana.

Sos rocío en la gramilla,
olor a tierra mojada,
y en tus brazos se me anida
la calma tan esperada.