Sin ser arqueólogo percibí en tu mirada otroras pensamientos que te llenaban de dudas y lágrimas.
Cuán equivocada estabas, no percataste ser mi tesoro preciado, aquel que buscaba con tanta firmeza, y lo encontré.
En tus miedos, tristeza e incertidumbre marcabas el camino de esperanza, seguridad y alegría de mi destino.
Hoy agradezco aquel o aquellos que te marcaron, pues son ellos responsables de bruñir aquella presea que describe el título.
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Autor:
Waldy (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 10 de junio de 2025 a las 21:34
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, El Hombre de la Rosa, JUSTO ALDÚ, Pilar Luna
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