AVISO DE AUSENCIA DE La Hechicera de las Letras
Volví a mi nombre original: La Hechicera de las Letras. No hay giros ni explicaciones innecesarias que dar, solo la reafirmación de lo que siempre he sido.
Quien quiera entender, que lea; quien no, ya sabe que pase de largo.
No acepto solicitudes de amistad. No pierdan el tiempo.
Volví a mi nombre original: La Hechicera de las Letras. No hay giros ni explicaciones innecesarias que dar, solo la reafirmación de lo que siempre he sido.
Quien quiera entender, que lea; quien no, ya sabe que pase de largo.
No acepto solicitudes de amistad. No pierdan el tiempo.
Cuerpos sin alma, ritual de fantasmas.
Te vas a acostumbrar a no importar,
bailando como idiota entre la gente.
La vida es lo que finges no tocar
No hay rostro que se digne respirar,
ni voz que no naufrague entre el ambiente.
Te vas a acostumbrar a no importar.
Tu rostro fue adiestrado para actuar,
igual que un autómata complaciente.
La vida es lo que finges no tocar.
La masa avanza: ruido celular.
Te exhibes como un fraude inteligente.
Te vas a acostumbrar a no importar.
La noche impone el arte de callar,
ser nadie, sin discurso ni accidente.
La vida es lo que finges no tocar.
Pero algo en tu esqueleto va a estallar,
un grito estéril, mínimo, inminente.
Te vas a acostumbrar a no importar.
La vida es lo que finges no tocar.
La Hechicera de las Letras.
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Autor:
La Hechicera de las Letras (
Offline)
- Publicado: 10 de junio de 2025 a las 01:14
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 133
- Usuarios favoritos de este poema: Carlos Armijo Rosas...✒️, MISHA lg, JAGC, El Hombre de la Rosa, alicia perez hernandez, William Contraponto, Llaneza, Antonio Miguel Reyes, Mael Lorens, Mauro Enrique Lopez Z., pasaba, Pilar Luna, Nelaery, Javier Julián Enríquez, Classman, liocardo, Bustillos, Poesía Herética, Josué Gutiérrez Jaldin, Gibraltar, Emilia🦋, MIM (Fideo de Mileto), Santiago Alboherna, Una voz, Ricardo Castillo., 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮, Jaime Correa
Comentarios8
una frase que cierra todo....
la vida es lo que finges no tocar.
bellas letras gracias por compartir
La noche impone el arte de callar,
ser nadie, sin discurso ni accidente.
La vida es lo que finges no tocar.
besos besos
MISHA
lg
Ese es un punto medular qué resaltas poetisa, condensas con lucidez parte de la esencia del poema. La indiferencia del mundo no es una sorpresa, sino una rutina que uno aprende. El fingimiento de estar vivo es parte del guion. Aquí no hay rebelión, hay habituación. Como si existir fuese una representación patética sin público.
El anonimato no es libertad, es imposición. Ser nadie, no por elección mística, sino por inercia, por derrota, por miedo a destacar. Ser sin historia, sin riesgo, sin huella.
Besos Misha lg.
La Hechicera de las Letras.
Preciados y preciosos versos has escrito hoy estimada poetisa y amiga La Hechicera de las letras
Recibe un abrazo de Críspulo
El Hombre de la Rosa
No me extraña que tus ojos se posen en la flor de estos versos, percibo la nobleza en tus palabras El Hombre de la Rosa. Solo que, en este jardín esta vez el tallo bebe de la más cruda indiferencia. Aquí, el aire se respira solo para seguir el guion. La normalización del abandono emocional
Un abrazo amigo de letras.
La Hechicera de las Letras.
Hay muchas personas que pasan por la vida invisibles, que nadie las ve, pero un día se convierten en mariposas, los otros siempre serán orugas, un abrazo Hechicera.
Comprendo la esperanza que anida en tus versos Aliada de la Foresta. La mariposa encarna la creencia de que, incluso en la desolación, puede haber una transformación que conduzca a la visibilidad y a un propósito más elevado.
Hay quienes, por cierto, eligen ver en la invisibilidad un capullo y en la rutina de la oruga, la promesa de una transformación. Las orugas, la mayoría, se acostumbran al arrastre sin destino. Entrando en un estado de mimetismo y autoengaño, una simulación de vida, una forma de integrarse superficialmente en la “masa” sin estar verdaderamente presente.
Una manifestación visible de la despersonalización y la aceptación tácita de la irrelevancia. Es el movimiento de un fantasma que participa en el ritual de la vida sin estar vivo. El ciclo se cierra, en la perfecta quietud de no importar.
Besos.
La Hechicera de las Letras.
Muchas gracias por este reflexivo y gran poema, en el que se puede apreciar explora la alienación y la deshumanización en la sociedad contemporánea. Mediante la representación de cuerpos inertes y rituales carentes de significado, se manifiesta una crítica hacia la pérdida de autenticidad y la aceptación pasiva de la insignificancia. Así, las ideas objetivadas en el poema se hacen patentes en la repetición constante de la expresión «Te vas a acostumbrar a no importar», que puede interpretarse como una manifestación de resignación ante la percepción de una falta de valor individual en un contexto social donde la apariencia y la simulación parecen prevalecer sobre la autenticidad y la esencia personal.
Un cordial saludo y fuerte abrazo
Destacas muy bien las coordenadas Julian, tienes mi reconocimiento, tu interpretación plantea las bases conceptuales del poema. Permíteme aportar una perspectiva que expande y profundiza ese análisis. Tan solo una leve apreciación:
“Te vas a acostumbrar a no importar”
Esa frase no es un lamento. Es un veredicto, repetido con frialdad. No hay apelación ni consuelo. Es la aceptación de un lugar en el mundo donde la emoción no conmueve, donde el individuo no despierta ni ternura ni rechazo, solo indiferencia. Esa ausencia de impacto es más cruel que el desprecio. Es ser invisible en medio del tumulto.
Se articula desde una perspectiva incómoda pero ineludible, la de la disolución afectiva del sujeto, su borramiento en el tejido social y la fatiga existencial de encarnar, día tras día, una máscara de funcionalidad que encubre la deshumanización.
Ahora bien: No es una verdad absoluta para todos ni un diagnóstico universal, pero sí una experiencia real para la mayoría, especialmente en la sociedad contemporánea saturada de estímulos, donde la conexión se vuelve escasa, superficial y la apatía se vuelve norma.
El individuo no solo sufre ese estado, se entrena para soportarlo, como quien desarrolla tolerancia al frío o al hambre. Esa es la parte más brutal y no hay épica. Hay rutina del abandono.
Saludos cordiales al igual que un abrazo.
La Hechicera de las Letras.
No importar es mi especialidad ☺️
Ah, no te hagas ilusiones. No te pediría amistad.Que yo huyo de las hechiceras tanto como de las brujas.
En realidad no huyo, jeje, pero tampoco les doy cancha.
Saludos,
Lio.
Válgame, no sabía que no importar se podía convertir en especialidad. Debes tener ya varios doctorados, entonces.
Veo que leíste entre líneas. Está bien. Más que rechazo, es filosofía, una forma de estar. No vine a engrosar vitrinas ni a practicar cortesías de salón literario. Tampoco reparto sonrisas digitales como estampitas benditas.
Llámame selectiva, o mejor aún: funcionalmente asocial. El mensaje es evitar responder por interno.
Hasta la próxima esquina del verbo —si no cambias de acera.
La Hechicera de las Letras.
"—si no cambias de acera"
Muy joven para planteármelo y mayor para cambiar de decisión. Siempre me ha gustado este lado de la calle. Así que habrán esquinas para vomitar conjuros en el mismo sendero.
Un saludo, hechi.
Impactante. Sutil y filoso al mismo tiempo.
Qué gusto haber encontrado esta comunidad y toparme con obras como esta.
Gracias por escribir así, Hechicera.
Celebro que hayas sabido mirar más allá del barniz. No todos soportan el filo cuando se desliza lento. Es un himno sordo para almas que bailan en apariencia, fingiendo existir mientras se acostumbran a ser invisibles y sin voz.
Este portal es fértil, sí. Aunque a ratos rezuma ponzoña. Hay letras, hay voces… y también lobos y lobas con piel de borrego. Nada que una mirada aguda no pueda detectar.
La Hechicera de las Letras.
uyyy, q violento, muy crudo mi estimadísima HECHICERA. Uno siempre trata de dejar alguna huella en algún lado...
Poeta Carente, algunos aún creen que dejar huella es posible, sin notar que pisan sobre un suelo que no retiene memoria. Este poema no niega ese anhelo; lo expone como parte del artificio, como un último acto en el teatro del anonimato. No es crueldad: es diagnóstico La costumbre de fingir, de actuar con la esperanza de ser notado, se instala como refugio, pero también como condena.
Aquí no hay redención ni gloria, solo la constatación de un residuo lucido, incómodo, ser es un gesto irrelevante en un mundo que ha hecho del ruido su único lenguaje. Lo que estalla al final no es la voz… es la ilusión de que alguna vez importó. Solo cuando el cuerpo —ese relicario de lo olvidado— amenaza con romperse, emerge la revelación desnuda, mínima, que ya nadie escucha. Ahí, justo ahí, habitan mis letras.
La Hechicera de las Letras.
si, si, quizás sea como decís vossss.
Pasa q no es fácil digerir tu comida, Hechicera.
"Aquí no hay redención ni gloria, solo la constatación de un residuo lucido, incómodo, ser es un gesto irrelevante en un mundo que ha hecho del ruido su único lenguaje. Lo que estalla al final no es la voz… es la ilusión de que alguna vez importó. Solo cuando el cuerpo —ese relicario de lo olvidado— amenaza con romperse, emerge la revelación desnuda, mínima, que ya nadie escucha. Ahí, justo ahí, habitan mis letras."
Pax, pax tibi ohhh Hechicera, et lux, lux in tenebrissssss
Abandono existencial, perderse al hundirse en el mar de las masas, Camus dijo presente en tu escrito.
Dios te bendiga.
Esta pieza literaria Una Voz, tiene una relación clara con la filosofía de Emil Cioran: ese desencanto absoluto, la resignación al vacío que se vuelve farsa.
Concuerdo también en la presencia de Camus, no por intención directa, sino por afinidad temática y existencial. Esa rebelión íntima ante el absurdo, la contradicción entre la búsqueda humana de sentido y el silencio indiferente del universo, esa tensión está clara: el acto de fingir, la resignación a no importar, la pantomima vacía, la soledad en la multitud son manifestaciones de ese choque sin salida, ese grito mínimo que se niega a desaparecer del todo.
“La masa avanza: ruido celular.”
Camus criticó la deshumanización moderna, la masa sin rostro. Este verso es el retrato de lo que él temía: el individuo disuelto en un bullicio sin alma.
Si Camus estuviese vivo y lo leyera, no lo aplaudiría por su esperanza, pero sí por su honestidad brutal.
La Hechicera de las Letras.
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