Cuerpos sin alma, ritual de fantasmas.
Te vas a acostumbrar a no importar,
bailando como idiota entre la gente.
La vida es lo que finges no tocar
No hay rostro que se digne respirar,
ni voz que no naufrague entre el ambiente.
Te vas a acostumbrar a no importar.
Tu rostro fue adiestrado para actuar,
igual que un autómata complaciente.
La vida es lo que finges no tocar.
La masa avanza: ruido celular.
Te exhibes como un fraude inteligente.
Te vas a acostumbrar a no importar.
La noche impone el arte de callar,
ser nadie, sin discurso ni accidente.
La vida es lo que finges no tocar.
Pero algo en tu esqueleto va a estallar,
un grito estéril, mínimo, inminente.
Te vas a acostumbrar a no importar.
La vida es lo que finges no tocar.
La Hechicera de las Letras.