A veces,
quisiera desbordarme sin reservas,
como río sin orilla,
como nubes llevadas por el viento
y sí, decirte a voz viva y sin ninguna tregua
todo lo que por ti nace y mengua:
que revolotean, como pájaros ciegos
como palabras sin nombre,
dentro de mi cráneo,
pero entonces…
el silencio cordura me asalta
y en vilo me detengo.
A veces,
mis pies no pisan el suelo,
tienen alas por dedos,
y quieren volar,
navegar el aire que envuelve tu sombra,
pero siento afilado y oscuro el miedo
morderme ferozmente los tobillos,
y mi vuelo antes de ascender se corta.
A veces,
las brasas de tus pupilas
encienden la pólvora de mis sueños.
Quieres poseerme
como quien atrapa un relámpago,
y yo, temblorosa,
quisiera ser tuya,
pero siento,
acribillarme el resquemor,
nuevamente el miedo...
la campana del "no" repiquetea
fuerte, fuertemente
y me detengo.
Porque tú…
no fuiste, no eres y,
ni podrás serlo.
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Autor:
Isel (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 10 de junio de 2025 a las 01:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: JAGC, Lualpri, alicia perez hernandez, Mauro Enrique Lopez Z., Poesía Herética, ElidethAbreu
Comentarios1
Elisabeth...
Como siempre, gracias por tus letras.
Que estés muy bien.
como siempre la letra cobra sentido en quien la lee y la trasforma en una carga emotiva de palabras, gracias por tu quehacer
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