Elizabeth Maldonado Manzanero

A veces

A veces,

quisiera desbordarme sin reservas,

como río sin orilla,

como nubes llevadas por el viento

y  sí, decirte a voz viva y sin ninguna tregua

todo lo que por ti nace y mengua:

que revolotean, como pájaros ciegos 

como palabras sin nombre,

dentro de mi cráneo,

pero entonces…

el silencio cordura me asalta

y en vilo me detengo.

 

A veces,

mis pies no pisan el suelo,

tienen alas por dedos,

y quieren volar,

navegar el aire que envuelve tu sombra,

pero siento afilado y oscuro el miedo

morderme ferozmente los tobillos,

y mi vuelo antes de ascender se corta.

 

A veces,

las brasas de tus pupilas

encienden la pólvora de mis sueños.

Quieres poseerme

como quien atrapa un relámpago,

y yo, temblorosa,

quisiera ser tuya,

pero siento,

acribillarme el resquemor,

nuevamente el miedo...

la campana del \"no\" repiquetea

fuerte, fuertemente

y me detengo.

Porque tú…

no fuiste, no eres y,

ni podrás serlo.