Renacer

Tinta Celeste

Una mañana decidí levantarme,

me arranqué la daga del corazón,

abrí la ventana sin miedo,

y el cielo, que era gris,

lo pinté de celeste con mi propio dolor.

Mi flor, marchita, volvió a florecer,

y dije firme: “No más dolor”.

Me puse de pie con alma nueva,

y caminé hacia el bosque,

siguiendo el pulso de mi corazón.

Tendí una manta sobre la tierra,

me recosté mirando el cielo,

tan inmenso, tan azul, tan bello...

Respiré profundo y me llené de luz.

Cambiar era necesario. Y cambié.

Tuve que hacerlo para protegerme,

para volver a ser mía.

Y entre los árboles susurré una promesa:

nadie más me va a lastimar.

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Comentarios +

Comentarios1

  • renatta

    Bellísimo, me ha encantado!!!



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