NOTA MARGINAL PARA MI DESAPARICIÓN

Javier.

El día que me muera -siempre a destiempo-
que nadie cierre las ventanas:
dejen que el polvo siga su danza
y las veredas bostecen como cada mañana.

Que el bien común respire aliviado,
por fin sin mi costumbre de doblar 
los mapas hasta que pierdan el norte
y convencer a las escaleras de subir hacia abajo.

Yo me iré, liviano,
con la torpeza exacta del que nunca supo caminar derecho,
dejando atrás un cajón de preguntas sin sellar
y aquel archivo de silencios en hojas dobladas,
tachonadas de lapicera que jamás quiso borrar nada.

No habrá epitafio importante,
apenas un garabato en la esquina del aire.

Y si alguien tropieza con mi ausencia,
que tome mi nombre como marcapáginas
en su libro favorito de absurdos cotidianos:
allí donde la realidad siempre pierde
por un punto y coma de distancia.

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Comentarios +

Comentarios2

  • EmilianoDR

    Gracias amigo poeta por estos versos para la partida a otras esferas.
    Un placer leerlos y gracias por compartirlos.
    Saludos cordiales.

  • liocardo

    Me permito no echarte de menos cuando te sigo en la senda del olvido de viento ni echarme de menos a mí, suponiendo que hubiera algún mí al que añorar.

    Me permito desandar hacia el pasado prenatal cuando llegue al futuro posmortem.

    Abrazo de eternidad



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