Hoy la vi, colega... y estaba hermosa."
—¿Y qué fue lo que más te llamó la atención, colega?
"Mire, si tratara de describir su belleza, sonaría tan vacío…
pero era como si el sol se hubiera puesto justo en su rostro.
Brillaba, colega, más que cualquier estrella en el cielo.
Cuando la vi, el mundo se detuvo un segundo,
como si la luna misma hubiese dejado de brillar para mirarla.
Se me iluminó la cara al verla,
quizás fue esa sonrisa que se dibujó,
tan sincera, tan natural,
como si el universo entero la hubiera guiado hasta aquí.
Cada gesto suyo era poesía en movimiento.
Me sentí tan afortunado solo por verla,
como si un milagro se hubiera dejado ver por un instante."
—¡Ay, colega…! usted está mal.
"Sí, colega… lo sé.
Lo acepto, y no me importa.
Porque aunque estoy mal, a la vez estoy bien,
por este amor que siento,
por este amor que guardo en silencio.
Es un amor tranquilo, casi secreto,
que no necesita palabras,
que no busca más que existir en la quietud de mi pecho.
Porque a veces, colega, no hace falta que el mundo se entere.
A veces, basta con amarla sin prisa, sin rencor,
en esa paz que solo el silencio puede ofrecer.
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Autor:
F.Espinoza (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 6 de junio de 2025 a las 23:28
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema se lo escribí a ella, a ella que es mi eterno amor secreto
- Categoría: Amor
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: William26🫶, El Hombre de la Rosa, Mauro Enrique Lopez Z.
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