I
Hoy vi la luz brillante,
tenía las mismas seis letras,
me incitaba a entrar,
y volver a perder aquello que me costó obtener.
No sé si fue el dulce olor a cigarro,
o la gloriosa melodía de los jackpots,
que hizo que las horas dejaran de ser eternas.
Inventé rituales,
seguí patrones,
y me hice dueño de una que otra máquina.
El desayuno gratis,
si seguía, también la comida.
Y mientras muchos desertaban,
yo más me aferraba a la idea de que ganaría.
II
Dejé mi rutina:
trabajo, amistades,
siempre quedando tan cerca,
inclusive algunos días, al margen.
Perdí, perdí,
perdí, perdí,
gané.
No negaré que fue mejor que el sexo.
A mi alrededor aplaudían.
Le di a uno gordo
un gran acumulado de días.
III
Llegando a casa festejé como nunca:
solo, triste y melancólico.
Ahí entendí lo que me decían:
"el casino siempre gana",
porque mi vida paso a ser la moneda con la que tanto años, fui a pagar.
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Autor:
Jorge RGF (
Offline)
- Publicado: 6 de junio de 2025 a las 18:42
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 8
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Comentarios1
Ame cada uno de esos poemas.
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