Jorge RGF

CASINO

I
Hoy vi la luz brillante,
tenía las mismas seis letras,
me incitaba a entrar,
y volver a perder aquello que me costó obtener.

No sé si fue el dulce olor a cigarro,
o la gloriosa melodía de los jackpots,
que hizo que las horas dejaran de ser eternas.
Inventé rituales,
seguí patrones,
y me hice dueño de una que otra máquina.

El desayuno gratis,
si seguía, también la comida.
Y mientras muchos desertaban,
yo más me aferraba a la idea de que ganaría.


II
Dejé mi rutina:
trabajo, amistades,
siempre quedando tan cerca,
inclusive algunos días, al margen.

Perdí, perdí,
perdí, perdí,
gané.

No negaré que fue mejor que el sexo.
A mi alrededor aplaudían.
Le di a uno gordo
un gran acumulado de días.


III
Llegando a casa festejé como nunca:
solo, triste y melancólico.
Ahí entendí lo que me decían:
\"el casino siempre gana\",
porque mi vida paso a ser la moneda con la que tanto años, fui a pagar.