INDOMITO

A veces la vida no es como deseo, olas, mareas, 

navego en la rabia, en la decepción, en la pena.

Momentos de desencuentros con algunos, 

bofetadas de la soez realidad mundana.

Vulgares seres que manchan todo, 

seres a los que alejar bien lejos.

En mis revueltos días me duele la vida, 

y a veces me caigo en la realidad.

Entre la estupidez y las estulticias, 

mejor dejar que no entre nunca.

Otros días mejores llegarán.

Entre estornudos y alergias, 

todo me pica, en los ojos, 

y me da igual, pasará.

- - -

Indómita vida, 

inabarcable, sin fin, 

a pesar de todo, acaba.

Mientras a veces me desató, 

momentos de rabiar, iracundo, 

rabioso, en la cresta de mis olas.

Esas olas donde no aguanto a nadie, 

mientras a veces domo el desencanto, 

y la rabia se transforma en otra cosa.

No vale la pena perder el tiempo, 

con esas naderías de imbéciles, 

mejor domar la crispación.

Dejemos salir al león.,

que toma el sol, 

Indómito ser, 

en la vida.

- - -

Por encima de las aguas bravas, 
floto en las mareas, en  mi barco,
en una cáscara de nuez navego.
Delicada piel que se rompe toda, 
ese interior que es de cristal roto, 
en mil pedazos, mellados trozos.
A pesar de todo, y de todos, 
la vida se abre paso en todo, 
y esa cáscara de nuez sigue.
Todo un milagro navegar, 
a pesar de la tempestad, 
hay algo tan dentro de mí.
Algo tan fino y  delgado, 
son gotas de esperanza, 
de ese ser indómito, 
que navega en el filo, 
en el filo de las mareas.
En el borde del precipicio, 
cuando ya todo es pasado, 
cuando soy imperturbable, 
al propio dolor sufrido.
Entonces vuelvo a ser, 
ese incorregible, 
ese iluso, bobo, 
que navega, 
en mi mar,
flotando, 
sin saber.
Indómito.

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