En la casa común, dos almas solas,
bajo el mismo techo, extraños ahora.
Un silencio glacial que lo devora
todo, cual sombra que las luces roba.
Las risas de ayer, cual eco lejano,
resuenan fantasmas en la memoria.
Tu mano, antes refugio soberano,
es hielo que me cuenta otra historia.
Compartimos paredes y jardines,
mas somos dos islas en la tormenta.
Dos náufragos sin brújulas ni fines,
viviendo una cruel y amarga afrenta.
En esta cárcel de recuerdos fines,
¿cuándo hallaremos la paz que se ausenta?
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Autor:
Maxi (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 1 de junio de 2025 a las 23:14
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 37
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Soponcio, alicia perez hernandez, pasaba, Pilar Luna
Comentarios2
Triste y doloroso vivir así. Lo digo por experiencia propia.
Totalmente mi hermano de letras.
Preciosas tus sensacionales estrofas estimado poeta y amigo Maxi
Recibe un abrazo de Críspulo desde Torrelavega
El Hombre de la Rosa
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