Me contemplé la noche del vacío
con las carnes de mármol ya vestidas,
el mundo desbordaba mil heridas
y el alma se aferraba a su rocío.
Todo era sombra, duelo y desafío,
mas algo en mí tejía otras salidas:
una mueca de luz, entre las vidas,
sabía que aún vibraba en el hastío.
No fui final, fui nota en el concierto,
fui parte del latido universal,
un hilo de ese cosmos siempre abierto.
Y comprendí en silencio sideral
que el ser no muere, mas queda cubierto
por la emoción que es del todo inmortal.
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Autor:
Manu cramps (
Offline)
- Publicado: 31 de mayo de 2025 a las 17:40
- Comentario del autor sobre el poema: Reflexiones desde el féretro.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 57
- Usuarios favoritos de este poema: Dr. Salvador Santoyo Sánchez, WandaAngel, Alexandra I, pasaba, JUSTO ALDÚ, Revista ÁMALON, Editorial 3k, Mauro Enrique Lopez Z., ElidethAbreu, rubén3k 🇲🇽, Antonio Miguel Reyes, Llaneza, EmilianoDR, Javier Julián Enríquez
Comentarios2
No fui final, fui nota en el concierto,
fui parte del latido universal,
Excelente versar, con con profundo sentido universal.
Saludos poeta Manu cramps
Muchas gracias por tu comentario, Dr Salvador.
Un cordial abrazo desde Valencia.
Muchas gracias, Manu, por este bello soneto, en el que se puede apreciar revela una exploración de la contemplación del vacío y el sufrimiento, encontrando una esperanza en la conexión universal. A través de la representación de sombras y desafíos, emerge una «mueca de luz», sugiriendo una vitalidad persistente. El poema concluye con la afirmación de que la existencia individual no constituye un final en sí misma, sino más bien una nota en la sinfonía cósmica, un hilo que se entrelaza en el vasto universo. En consecuencia, la emoción trasciende la muerte, perpetuándose como legado inmortal.
Un cordial saludo y fuerte abrazo de tu paisano
Muchas gracias Javier por esa interpretación tan acertada. Valoro mucho tus comentarios.
Un abrazo paisano.
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