CARMÍN

Salvador Santoyo Sánchez



Yo la miré, sin conocer,

de sus labios el hechizo,

como un rojo bebedizo,

rojo carmín de placer.

 

Ron, el sabor de su boca,

sus palabras aguardiente,

rosa lengua tras sus dientes,

un te quiero, que provoca.

 

En su pelo la fragancia,

cascada de mujer buena,

con una trágica infancia.

 

De una embriaguez tan serena,

vende amor sin importancia,

su belleza es pena ajena.

 

¿Sí feliz, desea ser?

¡tendrá que volver a nacer!

Todos los derechs reservados.

 

Dr. Salvador Santoyo Sánchez

26/Mayo/2025

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Comentarios +

Comentarios8

  • pasaba

    Rojo carmín, excelente inspiración querido poeta.
    Feliz dia

    • Salvador Santoyo Sánchez

      Feliz día, estimada poeta Pasaba ✅🙋🏻‍♂️
      Gracias por estar y comentar

    • Antonio Miguel Reyes

      Buena inspiración, como de costumbre, pero no falta de premio.
      Un saludo cordial amigo Salvador.

      • Salvador Santoyo Sánchez

        Saludos estimado poeta amigo Antonio Miguel Reyes.
        Agradecido con tu presencia y comentario
        ✅🙋🏻‍♂️👋🏻

      • Llaneza

        El poema y el vídeo un conjunto bien definido. Me gustó mucho.

        Un abrazo Salvador.

        • Salvador Santoyo Sánchez

          Bien recibido ese abrazo, el cuál correspondo con mucho aprecio, estimada poeta Llaneza.
          Gracias por estar.
          ✅👍🏻🙋🏻‍♂️👋🏻👋🏻👋🏻

        • Poesía Herética

          Salud amigo!!!!

          • Salvador Santoyo Sánchez

            😂😂😂
            No tomo, pero salud, con agua de limón
            Saludos 🙋🏻‍♂️

          • Freddy Kalvo

            Bebe todo lo que quieras
            que te embriague el corazón
            aunque siempre tú prefieras
            un refresco de limón.

            Un abrazo fraterno mi estimado amigo Salvador.

          • Rosa Maria Reeder

            La conclusión de este poema encierra una visión profundamente melancólica y crítica sobre una mujer que, pese a su belleza y encanto seductor, lleva consigo una historia de dolor y abandono. La última estrofa —“¿Sí feliz, desea ser? ¡tendrá que volver a nacer!”— sintetiza el mensaje final: su sufrimiento es tan arraigado que sólo un nuevo comienzo, casi imposible, podría darle verdadera felicidad. La belleza que atrae es también un reflejo de una vida marcada por heridas invisibles, y el amor que ofrece carece de valor para ella misma. Es una mirada amarga y compasiva hacia alguien que, en el fondo, ha perdido el sentido de su propia dignidad y esperanza.

            Saludos cordiales

            • Salvador Santoyo Sánchez

              Te felicito, el análisis es certero.

              Recibe saludos poeta amiga Rosa María Reeder.✅🙋🏻‍♂️👍🏻

            • David Arthur

              Muy bello presentación de tu buen poema SAlvador

              Saludos amigo poeta
              David

            • JUSTO ALDÚ

              Buena presentación Dr. y excelente poema.

              Saludos.

              • Salvador Santoyo Sánchez

                Gracias, por estar y comentar.
                Saludos poeta amigo Justo Aldú 🙋‍♂️



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