Pensé que era amor…
cuando me miraba con esa ternura
que ahora sé, no era para mí.
Pensé que era amor
cuando reía a mi lado
aunque su alma volaba lejos de aquí.
Le di mi voz,
mis silencios,
mi fe desnuda en cada gesto,
y ella…
ella solo pasaba el tiempo
esperando a otro.
La soñé entre mis brazos,
la imaginé queriéndome,
y cada día
moría un poco al verla tan cerca
y tan imposible.
No supo lo que dolía
inventar futuros en mi cabeza
mientras ella planeaba los suyos
sin mí.
Yo hice todo.
Le mostré mi corazón sin máscaras,
me tragué mi orgullo,
me quedé cuando todo decía que me fuera.
Y aún así, no bastó.
Nunca basté.
La vi marcharse,
ligera, feliz, entera…
y yo me quedé
partido en mil pedazos
que nadie vino a juntar.
Y me fui.
No porque ya no la amara,
sino porque quedarme
era morirme cada día
viéndola amar a otro
como nunca pudo amarme a mí.
Ahora arrastro su nombre como un castigo,
como un eco que no se apaga en la piel.
Y cuando duermo,
sueño que vuelve…
solo para despertar
muriéndome otra vez.
-
Autor:
El poeta de media noche (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 24 de mayo de 2025 a las 22:46
- Comentario del autor sobre el poema: Es duro darse que cuenta que no importan los detalles y las atenciones cuando esa persona no siente nada por nosotros y tiene alguien más en su cabeza
- Categoría: Amor
- Lecturas: 7
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.