Hablan sin tener prueba,
la lengua es puñal,
clavan su cruel vereda
y siembran todo mal.
Cuentan mil falsedades
con máscara de honor,
son verdugos, sin bondades,
que esparcen su rencor.
Disparan con su boca
cual dardo traicionero,
y el alma que sofoca
termina en el granero.
Se esconden tras su cara,
tras falso gesto honrado,
pero su sombra rara
te hiere de otro lado.
Destruyen sin reparo
reputes y caminos,
y el daño que disparo
lo ocultan en los vinos.
El pueblo se envenena
con chisme y con rumor,
y el alma que se truena
se llena de dolor.
Si no hay certeza en mano,
mejor callar la voz,
porque el decir insano
te arrastra hasta el adiós.
Habla quien poco sabe,
y juzga sin razón,
la lengua, como un ave,
vuela con destrucción.
Tiran la piedra altivos
y luego se retiran,
se esconden, fugitivos,
del eco que conspiran.
El rumor es incendio
que arde sin piedad,
y el alma en su compendio
se torna oscuridad.
Dicen: "yo no hice nada",
con rostro angelical,
pero su lengua helada
ya causó mucho mal.
Van vestidos de blanco,
de santos disfrazados,
pero su corazón manco
hace daños callados.
Se lavan bien las manos
como Pilatos fue,
y entre discursos vanos
la culpa no se ve.
Cuando los encaras,
lloran su mentira,
y aunque tú los encaras,
te lanzan su ira.
Critican en manada
y luego desaparecen,
la culpa queda helada
y ellos no perecen.
Dicen que repitieron
lo que oyeron por ahí,
pero bien supieron
a quién iban a herir.
Te besan en la frente,
te ofrecen su calor,
y en la noche silente
te clavan su rencor.
Son santos de fachada,
de doble dirección,
lengua bien afilada,
y sucia la intención.
-
Autor:
Loiiz. (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 23 de mayo de 2025 a las 01:24
- Comentario del autor sobre el poema: Hace mucho tiempo, también fui víctima. Fui blanco de palabras afiladas, de rumores lanzados sin piedad y de máscaras que escondían veneno. Fui herido por personas que, sin pruebas ni conciencia, escogieron el daño como su forma de existir. Esta copla no es solo un poema: es una cicatriz que hablo, es una reflexión que comparto con quienes han sentido en carne propia el peso de una lengua injusta. No escribo esto con rencor, sino con la firme intención de recordar que lo que decimos tiene fuerza, que lo que sembramos con la lengua puede florecer o destruir. Hoy, dejo estas letras como advertencia, memoria y, tal vez, consuelo para quien aún camina entre sombras lanzadas por otros.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, El Hombre de la Rosa, Mario Rodolfo Poblete Brezzo., Mauro Enrique Lopez Z., Merche Bou Ibáñez, pasaba, MIM (Fideo de Mileto), Poesía Herética, Josué Gutiérrez Jaldin
Comentarios3
Hay mucha gente que odia todo aquello a lo que no llega.
Es cierto, mi estimada Dama, M. Ibáñez. Hay quienes incapaces de alcanzar ciertas alturas, prefieren despreciarlas antes que aceptar sus propias limitaciones. A veces, el rencor no nace del objeto, si no del espejo que les muestra lo que jamas pueden tocar.
De modo simple diría, déjalos ladrar, de modo analítico pues te doy toda la razón y comprendo que la lengua pueda hacer mucho mal.
Gracias, poetisa Pasaba,
por entender el filo de la lengua,
esa daga que muchos blanden sin saber
que también corta al que la empuña.
Sí, déjalos ladrar —como bien dices—,
que los perros no alcanzan al cielo
ni su ruido detiene al que vuela.
Que sigan hablando, si eso les llena.
Nosotros, en cambio, escribimos,
y en el arte dejamos respuesta eterna.
Saludos de amistad, Karonte
Un saludo cariñoso.
Igual un saludo grande para ti, gracias por tu presencia..
No voy a extenderme en el comentario.
Pero esta visto que hace falta muy poco para de ser señalado por tener amistades que no agradan a según quien.
Los bulos crecen y el daño ya esta hecho.
Cuídate
Manel
Poeta MIM,
no hace falta extenderse cuando la verdad se reconoce en pocas líneas.
La sombra no la proyecta quien camina,
sino quien teme la luz que lo delata.
Los bulos son solo ecos de lenguas vacías;
el tiempo, ese juez sin rostro,
pondrá a cada quien en su sitio.
Cuídate tú también,
que la palabra honesta aún pesa más que mil rumores.
Saludos, Karonte
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