La lluvia me llevó a recordar esa vez
a la media noche; el olor de tu cuerpo,
el sabor de tus dedos, los monosilabos del éxtasis,
llegué por mi propio pie hasta tu puerta,
ya no era niña, era una mujer
en busca de sensaciones fuertes.
Por la cortina mal cerrada
se filtraba un rayo de luz
y tú perfilabas mi silueta iluminada,
sonaban en la radio viejas canciones,
que estando a tu lado parecían nuevas.
Todo era azul, la cama, las paredes,
tu alma y yo. Me sumergí
en aquel ancho mar hasta encontrarte,
ya enredada en sus aguas,
me enredé tambien en ti.
Empezaste a morder suavemente
la punta del dedo gordo de mi pie derecho
hasta llegar al hombro izquierdo sin premura.
Mi corazón apuntaba hacia el norte
y tú eras sur,
pero en el edén no hay brújula
que marque el rumbo
y siendo peregrina,
no tenía porqué detener mi paso.
Sabíamos que en esto no había amor,
pero entre tanto beso,
me sentía enamorada ¿porqué no?
Ya nada importaba,
el norte estaba lejos y el sur en mis manos.
Ya no llovía y esta vez fuiste tú
quien tocó la puerta,
con una sonrisa en los ojos y una promesa
de no prometer en vano,
al fin que no había amor entre nosotros,
ni eternidad, ni azahares;
mucho menos las ganas de quedarse.
Esta vez empezaste a morder con lentitud
mi corazón y mi pecho buscando instalarte.
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Autor:
Viajera Sin Rumbo (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 20 de mayo de 2025 a las 01:20
- Comentario del autor sobre el poema: En busca de sensaciones fuerte, a veces encuentras el amor.
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, El Hombre de la Rosa, Mauro Enrique Lopez Z., Poesía Herética
Comentarios1
Hermosas estrofas estimada poetisa
Recibe un saludo de Críspulo
El hombre de la Rosa
Muchas gracias Críspulo, te envío un saludo fraterno
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