Te escribí tantas veces sin enviarte nada,
con manos temblorosas y el pecho encendido,
cada palabra era un pedazo de mi alma
desnuda, rota, pero aún contigo.
Te contaba del café que no sabe igual,
del abrigo que guardo aunque no hace frío,
de las calles que no caminé jamás
porque cada rincón recuerda tu abrigo.
Te hablaba de sueños que ya no persigo,
de canciones que cambian al llegar tu nombre,
de lo difícil que es seguir siendo testigo
de un amor que ya no tiene a dónde.
Y no las envié…
porque nunca supe si querías leerlas,
si el eco de mi voz aún vive en tu sien
o si ya borraste cada una de mis huellas.
Pero aún las guardo,
como se guardan las cosas que duelen,
en un rincón de mi pecho, callado,
donde los recuerdos lentamente mueren.
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Autor:
Alannys Padilla (
Offline)
- Publicado: 19 de mayo de 2025 a las 12:08
- Comentario del autor sobre el poema: Tuve tantas oportunidades para hablar, para decirte lo que en mi pecho ardía. Palabras que se agolpaban en mi garganta, esperando el momento perfecto… que nunca llegaba.
- Categoría: Carta
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: EmilianoDR, Lualpri, Mauro Enrique Lopez Z., Poesía Herética, Limoneyes
Comentarios2
Gracias Alannys por esas cartas apiladas en tu pecho.
El no tener el valor de hablar, deja huellas e incertidumbre y la pregunta:
Que hubiera pasado si...........?
Saludos.
Pero aún las guardo,
como se guardan las cosas que duelen,
en un rincón de mi pecho, callado,
donde los recuerdos lentamente mueren.
Hermosas letras con su dejo de tristeza nos has compartido, querida amiga Poeta.
Gracias!
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