Soñé que el frío roía mi soledad
y que el miedo me helaba hasta el aliento.
Que bebía en manantiales
donde bullían sanguijuelas,
parte ya de aquella agua infecta.
Yo las apartaba con las manos,
pero ellas,
se adherían a mi garganta,
bebiendo de mi sangre,
ahogando mis gritos.
Las lágrimas surcaban mis mejillas,
raudas, como aleteos de palomas;
las soñé níveas, libres.
¡Ay, pobre libertad!
Al despertar… llegaron los recuerdos,
revoloteando,
tenebrosos, cautivos, en apriscos
cerrados por portones de acero.
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Autor:
Rosario Bersabé (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 18 de mayo de 2025 a las 08:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 73
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Tommy Duque, EmilianoDR, JAGC, nachosol, Alexandra I, Javier Julián Enríquez, Raiza N. Jiménez E., Mauro Enrique Lopez Z., Dr. Salvador Santoyo Sánchez, Santiago Alboherna, Alberto Escobar, Poesía Herética, 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮, Jaime Alberto Garzón, pasaba
Comentarios4
Gracias Rosario y que pena por la libertad aprisionada.
Saludos y feliz domingo.
Muchísimas gracias, Emiliano.
Vaya pesadilla mi estimada Rosario. Un saludo.
Sí una pesadilla horrible que duele incluso despierta. Gracias, Nacho.
Gusto visitar tu portal Rosario, por traernos tus sentidos versos, gracias por compartir.
Saludos, feliz tarde, Alex.
Muchísimas gracias, Alex. Un placer encontrarte en mis letras.
Feliz descanso.
a veces, los sueños son narraciones de lo q vivimos
Sí, cierto. Gracias, Santiago por tu visita.
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