En la noche callada te busco y no estás,
suspiro tu nombre, desvelo la luna.
El viento murmura recuerdos detrás,
y en mi pecho late tu ausencia oportuna.
Tus ojos brillaban con luz celestial,
susurros dorados de amor infinito.
Mas solo quedaron cenizas y sal,
fragancia marchita de un sueño maldito.
Una sombra errante se posa en mi piel, su tacto es helado, su beso me hiere.
Te amé con el fuego de un dulce laurel, pero en mi alma solo tu ausencia muere.
-
Autor:
Óscar MartÃnez (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 16 de mayo de 2025 a las 22:10
- CategorÃa: Sin clasificar
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Mauro Enrique Lopez Z.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. RegÃstrate aquà o si ya estás registrad@, logueate aquÃ.