Las gráciles orquestas se quedan solas;
algunas de estas,
aún en mi corazón,
laten al ritmo de un llover insustancial;
que marcó mi bohemia.
Hoy, este doloroso silencio,
sufrido cual herida en mi carne;
mediante el calor de ti; Oh palabra,
se muestra como otra cara del dado,
que dio lugar a aquella orquesta.
-
Autor:
Francisco Javier Morgado Benítez (
Offline)
- Publicado: 16 de mayo de 2025 a las 04:52
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., racsonando, pasaba, alicia perez hernandez, Dr. Salvador Santoyo Sánchez, Pilar Luna
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.