A mi Madre, con Hechos

El Corbán



Erré mil veces, madre, en el abismo

de la soberbia, el yugo y la quimera,

mas llevo el alma en púrpura flagelo

por redimir mi culpa verdadera.

 

No imploro ya perdón con voz fingida

ni tiendo el lauro vano del discurso;

prefiero enmendar, con sangre y con herida,

la senda en que te herí, mi único recurso.

 

Fui náufrago en mi orgullo, mar incierto,

dejé tu amor en mármol sepultado,

mas hoy, con cada acto que convierto,

alzo tu nombre en oro consagrado.

 

No quiero que mi amor sea solo un vocablo,

ni flor mustia en papel amanecido,

sino el sudor que a diario, inquebrantable,

te alivia el peso, madre, del olvido.

 

Y si un día al partir, postrada y leve,

ya no recuerdas quién besó tu frente,

será mi mano —humilde y penitente—

la que en tu lecho el corazón te eleve.

 

Porque aunque el tiempo quiebre la memoria

y el mundo olvide cuánto te venero,

tus ojos verán, como epifanía,

que en mis acciones arde un hijo entero.

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Comentarios +

Comentarios3

  • Santiago Alboherna

    Dr. pero q noble y bello poema !! q expresiones, cuanto amor filial, q bellos ideales, notable poema !! graciasssss

    • El Corbán

      Gracias a ti mi amigo, un trozo de mi alma, que lindo que te halla gustado; un fuerte abrazo.

    • alicia perez hernandez

      Fui náufrago en mi orgullo, mar incierto,
      dejé tu amor en mármol sepultado,
      mas hoy, con cada acto que convierto,
      alzo tu nombre en oro consagrado.
      .......
      Versos infinitos, infinitos, infinitos del cielo a la tierra. saludos poeta

      • El Corbán

        Mil gracias por el tiempo obsequiado, soy solo un hijo, un ser humano con defectos y virtudes, abriendo el corazón.

      • ElidethAbreu

        El Corbán, gracias y cualquier madre seria feliz al leerlo.
        Abrazos.

        • El Corbán

          Mi amiga, he de decirte, que ayer le imprimí y encuaderné los versos que escribí para ella, fue sorpresa, ella no sabía que me gustaba escribir, y se conmovió hasta las lagrimas; sus lagrimas fueron un regalo que siempre atesoraré.



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