Ocho de octubre nublado,
horas de miedo y angustia,
la noticia más injusta
de un hospital ha llegado.
Ocho de octubre de viuda
huérfanas y desventura,
una enfermedad oscura
vino a cobrarse su deuda.
Ocho de octubre taimado,
verdugo en muerte nefanda
a José Mari has matado
en una tarde sin calma.
Ocho de octubre proscrito
en mi hoja de calendario,
yo te maldigo en mi escrito
gritado como obituario.
Ocho de octubre inclemente,
voraz otoño sin fama,
tu frialdad indecente
hiela el corazón y el alma.
Ocho de octubre de infierno,
rezo mi oración herido
por la muerte de un amigo
en recordar sempiterno.
JOSE ANTONIO GARCIA CALVO
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Autor:
jagc (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 12 de mayo de 2025 a las 12:06
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: Anita🌹, ElidethAbreu, Pilar Luna, pasaba, alicia perez hernandez, Alexandra I, Poesía Herética, MISHA lg, Llaneza, Jhetsefany, Classman, Javier Julián Enríquez, EmilianoDR, leo albanell, JUSTO ALDÚ, Dr. Salvador Santoyo Sánchez, Tommy Duque, El Hombre de la Rosa
Comentarios3
Siempre un gusto leerte Jagc, gracias por compartir tu poesía.
Un saludo cordial, Alex.
Hermosas tus bellas estrofas estimado poeta y fiel amigo José Antonio Garcia Calvo
Recibe un fuerte abrazo de Críspulo desde Torrelavega
El Hombre de la Rosa
La figura de José Mari -aunque apenas esbozada- se siente cercana, entrañable, porque el dolor que provoca su ausencia es profundo y sincero. El poema no busca consuelo, sino memoria. La indignación, la tristeza y el desamparo se entretejen en cada estrofa como un réquiem íntimo, pero universal.
Saludos
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