En digital lienzo, mi sentir se vierte,
No somos de hierro, la emoción nos hiere.
Vivimos, sufrimos, el amor despierta,
Añoranza punzante, la ausencia nos vierte.
Y en la marea de sentir profundo,
Una gran pregunta emerge sin segundo:
¿Quién vela en verdad, sin interés inmundo,
Por este latir que en el pecho inundo?
A veces, la sombra de un falso cuidado,
Nos ciega al afecto sincero, callado.
Triste ironía, don no valorado,
Mientras el alma busca un puerto anhelado.
En estas letras, la esperanza reside,
Que un eco encuentre quien su pena mide.
Un bálsamo suave, la herida olvide,
O al menos, cual curita, un instante liquide.
No busco la pompa de adorno literario,
Sino voz sencilla, de fluirario estuario.
Que pinte en la mente un paisaje diario,
Y al corazón llegue, sin ser diccionario.
Que cada palabra, cual tibia compresa,
Mitigue el dolor, la angustia que pesa.
Una caricia al alma, una leve promesa,
De que en este sentir, nadie está sin mesa.
JTA.
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Autor:
jtaltuve (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 12 de mayo de 2025 a las 10:18
- Comentario del autor sobre el poema: "Queridos lectores que hoy se detienen en estas líneas digitales, quiero compartir con ustedes el latido que dio vida a este poema. Nació de una observación sencilla, pero profunda: la fragilidad que compartimos como seres humanos. No somos entes de acero, inmunes al sentir. Reímos, lloramos, amamos con una intensidad que a veces nos desborda. Y en medio de esa marea de emociones, surge una pregunta que creo nos ha rozado a todos: ¿quién se preocupa realmente por nosotros, más allá de la conveniencia o el interés? He notado, con una mezcla de tristeza y asombro, cómo a veces pasamos por alto la preocupación genuina, mientras que las falsas apariencias pueden deslumbrarnos. Es una paradoja humana, ¿verdad? No prestar atención al calor sincero mientras nos acercamos a una llama que solo busca su propio beneficio. Con este poema, no busco ofrecer respuestas grandilocuentes ni complejas metáforas. Mi anhelo es mucho más humilde y cercano. Deseo que estas palabras sean como una suave compresa para ese dolor que a veces llevamos en silencio, en lo profundo del alma. Si no pueden sanar por completo las heridas, al menos quiero que sean como una curita, esa pequeña protección que nos recuerda que no estamos solos en nuestro sentir. Si alguna de estas líneas resuena contigo, si sientes que he logrado plasmar una pequeña parte de esa verdad humana que compartimos, entonces este poema habrá cumplido su propósito. Gracias por permitirme compartir este pedacito de mi corazón con ustedes." JTA.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Llaneza, ElidethAbreu, Javier Julián Enríquez
Comentarios1
Hermoso poema y me encantó tu comentario.
Un abrazo.
¡Hola, Llaneza!
Qué alegría leer tu comentario. Me da mucha satisfacción saber que el poema te llegó y que también disfrutaste de mi comentario.
Un abrazo grande para ti también."
JTA.
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